El 1 de febrero, Estudiantes presentaba con bombos y platillos el regreso de uno de sus hijos pródigos: Marcos Rojo, quien dejaba nada menos que Manchester United para volver al club donde se formó y fue campeón en el Apertura 2010. Sin embargo, entre los problemas físicos, una lesión y la pandemia que azota al mundo desde principios de marzo, el saldo de su regreso fue de apenas 90 minutos ante Defensa y Justicia.
Después de admitir del llamado de Riquelme para sumarse a Boca y su negativa más allá de un deseo familiar, ya que en Argentina solo quiere jugar en el Pincha e intentaría permanecer en el club, este lunes la historia cambió por completo y anunció su despedida. "Me toca despedirme, y me voy con el sueño atragantado, con un sabor agridulce, y masticando la bronca de saber que al esfuerzo y las ganas de volver les faltó el fútbol", escribió el defensor en su cuenta de Instagram.
En la carta, acompañada por una foto con la camiseta albirroja y la emoción de aquella presentación en UNO, reconoció sentirse "en deuda" por la gratitud de los hinchas y si bien no quiso prometer un tercer ciclo, dejó claras sus ganas de volver a formar parte de la familia del León.
Según reveló en su última entrevista, Solskjaer le pidió que se presente luego de las vacaciones del equipo inglés, que comenzarán cuando finalice su participación en la Europa League, sabiendo que tendrá escasas chances de pelear por un lugar y seguramente sea negociado pero dentro del fútbol europeo.