+18 | Contenido Comercial | Se aplican Términos y Condiciones | Juega Responsablemente | Principios editoriales
Luis Suárez, BarcelonaGoal

Luis Suárez puso el hambre y el Espanyol las ganas de comerse al rival


EDITORIAL

Para Luis Suárez nunca es suficiente. El uruguayo, en la picota desde hace meses tras ver cómo sus registros goleadores han ido decayendo progresivamente a lo largo de las últimas temporadas, regresó de las vacaciones navideñas igual que se fue, con un hambre que solo puede satisfacer a copia de goles, aunque no siempre los marque él. Y a pesar de que ante el Espanyol el Barcelona tuviera que remontar por enésima vez lo cierto es que contar con el espíritu inconformista de un muerto de hambre, dicho sea en el tono más elogioso posible, como es el delantero charrúa solo le hace bien al Barcelona. El problema, pues, va más allá del hambre o la calidad y seguramente tenga más que ver con el plan que con las ganas.

Inicialmente aislado del resto del equipo, igual que Leo Messi y Antoine Griezmann, el uruguayo vio como un Espanyol colista se subía a las barbas del Barcelona en el tramo inicial. Los azulgrana, incapaces de enviar balones al frente de ataque durante los primeros veinte minutos, no tardaron en conceder el 1 a 0 después de una falta servida por Marc Roca que David López se encargó, al peinar el balón y sorprender a Norberto Neto a los veintidós minutos. La táctica del desgaste no le estaba saliendo bien al Barcelona frente a un Espanyol arrastrado por el efecto Abelardo y por un público totalmente entregado, jocoso ante la posibilidad de ver al rival ciudadano mordiendo el polvo en un partido de Liga en Cornellà por primera vez en la historia.

Sin embargo, fue el propio Suárez el que despertó al equipo enviando un balón al poste a falta de dos minutos para el descanso, advirtiendo de lo que estaba por venir, y solo necesitó cinco del segundo tiempo para aprovechar el centro de Jordi Alba y establecer el empate. El uruguayo se convirtió entonces en el amo y señor del partido, provocando sustos en cada balón que se le acercaba y hasta habilitando a Arturo Vidal para que marcara el 1 a 2 e igualar a Karim Benzema como jugador que más veces ha marcado y asistido en un partido de Liga esta temporada. Sin embargo, lo de Suárez va más allá.

El uruguayo ha participado en los diez últimos goles de un Barcelona que si puede celebrar el campeonato de invierno -eso sí, por goal average- es gracias a la actitud al acierto de un delantero al que nunca hay que dar por muerto, no en vano también se confirma como el jugador con más asistencias en lo que va de campeonato. Son números inesperados hasta para él y que, lamentablemente para los intereses azulgrana, no sirven para enderezar el desorden defensivo, el que permitió a Wu Lei apuntar el 2 a 2 a los ochenta y ocho minutos y recordarle al Barcelona que anda todavía muy lejos de la excelencia. Porque, en efecto, Luis Suárez puso el hambre. Pero las ganas de comer fueron todas del Espanyol.

Anuncios
0