EDITORIAL
Luis Suárez ha regresado a su mejor nivel y lo ha hecho cuando más falta hacía, ante el eterno rival y sin Leo Messi, resolviendo el Clásico más abierto de los últimos años y en el que el cuadro azulgrana dominó prácticamente a placer a pesar del conato de reacción de los blancos en el inicio del segundo tiempo. Sin embargo, el delantero uruguayo se vio ante uno de sus rivales favoritos y no desaprovechó la oportunidad de ampliar su rendimiento goleador al Real Madrid y consolidarse como el jugador que más goles le ha metido desde que llegó en 2014. Desde entonces ha disputado once Clásicos y ha metido nueve goles.
Pero fue Philippe Coutinho quien inauguró el marcador. Lo hizo a los once minutos después de rematar el centro de un soberbio -otra vez- Jordi Alba. El desorden entre los hombres de Julen Lopetegui permitió al Barcelona dominar el primer tiempo y a la media hora Sergio Ramos, desbordado, se vio forzado a cometer un claro penalti sobre Suárez que el árbitro no concedió hasta consultar el VAR. Fue el inicio de la fiesta goleadora del uruguayo, que arrastró a su equipo a partir de entonces y no dejó de pedir el balón ni siquiera cuando más apretaron los blancos, en el inicio del segundo tiempo, tras la lesión de Raphael Varane y el ingreso de Lucas Vázquez, que dio otra cara al Real Madrid.
Pero ni Suárez ni el Barcelona se amilanaron con el gol de Marcelo tras unos momentos de zozobra en la propia área. Era el minuto cincuenta y los futbolistas de Ernesto Valverde se dedicaron, como pedía su entrenador, "a jugar". El 'txingurri' sentó a Rafinha Alcántara y dio entrada a Nélson Semedo, enviando a Sergi Roberto al extremo derecho para convertirse en el mejor aliado de Suárez. En el minuto setenta y cuatro sirvió un centro que el uruguayo conectó de cabeza para batir a Thibaut Courtois y luego recuperó el balón que le daría a Suárez la oportunidad de celebrar un hat-trick ocho meses después de la útima vez.
El rendimiento de Suárez ante los blancos es intachable. En apenas once Clásicos ha metido nueve goles y solo Messi y César Rodríguez han metido más que él. Pero la cosa no acabó ahí ya que también Arturo Vidal se unió a la goleada para poner el 5 a 1 definitivo y aunque hubieran podido caer más goles en el tramo final la sensación es que el Barcelona, de la mano de Luis Suárez, ha dado con su mejor versión, a la que solo falta añadirle el regreso de Messi. Esto empieza a tener muy buena pinta.