Hay desde el jueves una pregunta alrededor de la Selección: ¿qué ha cambiado en los 128 días que separan el divertido 6-0 a Alemania en noviembre y el plomizo 1-1 contra Grecia? Seguramente muchas y pocas cosas a la vez, lo que se resume en que la España de Luis Enrique viene mostrando dos caras diferentes.
El actual es un proyecto en dos etapas, interrumpido por un problema familiar del seleccionador. En la primera el asturiano dirigió seis partidos, con una media de dos puntos por encuentro; en la segunda lleva nueve, con un promedio inferior, de 1,56.
Entre septiembre y noviembre de 2018 su España sumó cuatro victorias (Inglaterra, Croacia, Gales y Bosnia) y dos derrotas (Inglaterra y Croacia), quedándose fuera de la fase final de una Liga de Naciones a estrenar. El rendimiento lo marcaron los contrastes, del 6-0 a Croacia al fatal 3-2 frente al mismo rival, que hundió las esperanzas de clasificación para la Final a Cuatro del nuevo torneo. El balance resultó ser de 2,83 goles a favor y 1,33 en contra por partido, números buenos pero también mal distribuidos a lo largo de los encuentros.
Una victoria en los últimos cinco partidos
El regreso de Luis Enrique en 2019 le ha traído a su equipo tres triunfos (Ucrania, Suiza y Alemania), cinco empates (Alemania, Portugal, Holanda, Suiza y Grecia) y una derrota (Ucrania). Se repite en este periodo la alternancia entre las grandes noches, especialmente ese destrozo a Alemania (6-0) de cuatro meses atrás, y las inexplicables, desde el 1-0 en Ucrania al 1-1 en la visita de Grecia esta semana.
El promedio de goles a favor ha descendido a 1,66, pero también lo ha hecho hasta 0,55 el de los recibidos. El reparto ha sido mejor, por lo que la Selección está en la fase final de la Liga de Naciones. Eso prevalece sobre el mal comienzo frente a los griegos en el objetivo de ir al Mundial 2022, aunque los datos señalan que algo no termina de funcionar: sólo se ha dado una victoria de las últimas cinco posibles."No me interesan esas estadísticas ventajistas", despejó en Granada Luis Enrique. Pero su España se ha acostumbrado a vivir entre luces y sombras...
