No hay derbis light cuando hablamos de un Atlético de Madrid - Real Madrid a pesar de que el partido haya quedado encajado por circunstancias del calendario entre los Clásicos y la vuelta de la Champions League. Demasiados alicientes y demasiada tensión como para que fuera a ser un partido light. Y obviamente no lo ha sido: victoria madridista, consultas al VAR, jugadas polémicas, goles...
Diego Pablo Simeone ha empezado sorprendiendo desde el anuncio de la alineación, dejando a Rodrigo en el banquillo para meter en la sala de máquinas a Saúl, que actuaría al lado de Thomas. En las alas aparecerían Correa y Lemar, que apoyarían a Morata y Griezmann, dupla de ataque esta tarde en el Wanda Metropolitano.
Así las cosas, el once del 'Cholo' Simeone era todo menos defensivo, todo menos cauto, todo menos conformista; con cuatro hombres atacantes y un doblete pivote Thomas - Saúl donde ninguno de los dos jugadores es puramente de corte defensivo. Parecía quizás una temeridad para jugar ante un Real Madrid que llega en un gran momento de forma, pero viendo los primeros compases del encuentro, las dudas se disiparon, porque los rojiblancos dominaron ese tramo con holgura. Los de Solari apenas lograban pasar el mediocampo.
Pero pasado el cuarto de hora, Casemiro vacunaba al Atlético con un gol donde la defensa quedó retratada. Hasta cuatro hombres saltaron con Sergio Ramos, dejando al brasileño solo en el corazón del área, que batió a Oblak con un remate acrobático.
Eso sí, el gol no hundió a los rojiblancos, porque diez minutos después Griezmann equilibraba la balanza en una jugada con polémica. Lo que sí dejó tocado a los pupilos de Simeone fue el segundo tanto del Real Madrid, obra de Sergio Ramos desde el punto fatídico tras una acción de Giménez sobre Vinicius, que también tuvo tintes polémicos.
La valentía que exhibió Simeone en la presentación de su once quedó algo opacada con el cambio que hizo con 1-2 en el marcador, dejando a Correa en el banco para dar entrada a Rodrigo. Quizás buscaba Simeone algo más de oxígeno en el centro del campo, pero prácticamente no tuvo tiempo para sentirlo, porque Bale, en menos de diez minutos, finiquitó el encuentro con el 1-3.
Se quedó sin premio el 'Cholismo' más valiente, que no solo ha caído derrotado en el Wanda Metropolitano por primera vez en el derbi madrileño, sino que además cede la segunda posición de la clasificación ante el Real Madrid y da un paso atrás en la persecución sobre el Barcelona en la carrera por el título.