Para River, el arco es un problema desde exactamente 18 meses, cuando Marcelo Barovero decidió alejarse y comenzó una carrera para sucederlo que nunca fue satisfactoria: ni Augusto Batalla, ni Germán Lux ni Enrique Bologna brindaron seguridad bajo los tres palos. Así, Marcelo Gallardo puso como prioridad la llegada de un arquero y es Franco Armani quien se pondrá el buzo millonario, luego de su despedida de Atlético Nacional.
La elección, en los papeles, parece ser la más acertada: el argentino, quien incluso intentó nacionalizarse colombiano para tener una chance mundialista en la Tricolor, fue el dueño del arco del conjunto de Medellín desde el 2010, cuando llegó al fútbol cafetero como un desconocido proveniente de Deportivo Merlo, de la tercera categoría de Argentina.
En el 2016 fue determinante para que el Verde consiga la Copa Libertadores y llegue a la final de la Sudamericana, donde no fue campeón por la frustrada final y el gesto de grandeza tras la tragedia de Chapecoense.
Ya en el año recientemente finalizado, sumó una nueva estrella con estadísticas impactantes: su equipo ganó el Apertura y recibió apenas 13 goles en los 18 encuentros que atajó, con 10 vallas invictas. En tanto, no pudo repetir en el Clausura al quedar afuera en la semifinal, pero también dejó excelentes estadísticas, como muestra el gráfico de Opta.
En total, sumando además los partidos de Copa Libertadores, Sudamericana, Recopa Sudamericana y Copa Colombia, Armani atajó 50 partidos y sufrió 42 tantos, menos de uno por encuentro, números que sin lugar a duda ilusionan a Gallardo, que necesita con suma urgencia tener un futbolista que le ponga candado a su valla.
