Sergio Kun Aguero BarcelonaGetty Images

Kun Agüero: de jugar con Messi a retirarse

Uno de los sueños de Sergio Agüero era compartir vestuario con Lionel Messi. Su amigo de toda la vida, compañero de habitación en las concentraciones con la Selección Argentina y una persona de total confianza. Se moría de ganas de entrenar con Leo, de levantarse por las mañanas y pensar que compartirían coche hasta la Ciutat Esportiva Joan Gamper, que se cambiarían juntos, que charlarían de sus cosas durante horas y que, cuando el Kun estuviese recuperado de sus problemas musculares, se abrazarían cada semana después de anotar decenas de goles con la camiseta del Barça. Era su deseo. Por eso fichó por el Barcelona. Por Messi. La incorporación de Agüero también era una manera poco sutil de demostrarle al '10' que el club quería hacer todos los esfuerzos posibles para renovar al mejor futbolista de la historia de la entidad. Lo que hiciera falta para mantener a Messi.

Pero tras su presentación como jugador culé y su viaje urgente a Brasil para disputar la Copa América, todo se torció. "Entrenaré con él todos los días", dijo en su primera comparecencia de prensa, el 31 de mayo tras terminarse su contrato con el Manchester City y llegar a Barcelona libre. No se esperaba entonces que, después de gritar el título con Argentina, Messi no regresaría nunca más a los entrenamientos con el Barça. La renovación parecía hecha, pero la imposibilidad de inscribir a La Pulga por los problemas financieros de la entidad azulgrana lo echaron todo a perder. El Kun se quedaba sin Messi incluso antes de compartir vestuario y viajes. Un mazazo enorme para un jugador que llegó al Barça deseando jugar con su amigo. "Hablo todos los días con él", expresó en la rueda de prensa de su presentación. Muy duro.

Pero lo más amargo estaba todavía por llegar. Justo antes de iniciar la competición oficial, a principios de agosto, Agüero se lesionó. Las primeras exploraciones ya diagnosticaron un infortunio importante: tenía afectado el gemelo interno de la pierna derecha. De baja hasta mediados de octubre, unas diez semanas de recuperación para un jugador que durante las últimas temporadas en Inglaterra ya había tenido varios problemas musculares. No era un buen comienzo para el argentino, que vería las primeras jornadas de Liga sentado en la grada del Camp Nou. Por si no fuera poco, el equipo no cuajaba, lejos de sus perseguidores en LaLiga y a un accidente de caer en la Champions League. El Kun volvió el 17 de octubre ante la euforia de los aficionados culés, que se agarraban a su olfato goleador para levantar el ánimo. Hasta tuvo tiempo de anotar un tanto intrascendente en el Clásico ante el Real Madrid, pero tras caer en Vallecas, precisamente en el primer partido como titular de Sergio Agüero, el presidente Laporta decidió destituir al entrenador Ronald Koeman, que contaba con él como recambio a las persistentes bajas en ataque.

Al argentino no le llegó a entrenar Xavi Hernández. Fue precisamente con el técnico interino, Sergi Barjuán, que el Kun volvió a ser titular. El 30 de octubre, cinco meses después de su presentación como jugador del Barça, Agüero disputaba su quinto partido oficial, segundo partiendo desde el once inicial. Lo recordará toda su vida. En el minuto 39 del encuentro ante el Alavés, el Kun sintió que le faltaba el aire. Le costaba respirar y se asustó. Se tumbó en el césped, pidió las asistencias y, sin pensárselo, los médicos lo mandaron al hospital para que se sometiera a varias pruebas. Tras pasar la noche en observación, el doctor Josep Brugada le diagnosticó una arritimia no benigna y el Barcelona anunció que el delantero argentino recibiría un tratamiento específico durante varias semanas antes de tomar la decisión definitiva. Una decisión que llegó este miércoles: "Esta conferencia es para comunicar que he decidido dejar el fútbol. Lo primero es mi salud".

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