Hoy (22:00 horas, Movistar LaLiga) es un día especial para Take Kubo (20 años), que pisará por primera vez el Santiago Bernabéu, el estadio en el que sueña con jugar como local. Lo hará, de momento, con el Mallorca, con el que también lo iba a hacer en 2020... hasta que la pandemia lo impidió, derivándole a Valdebebas.
SIGUE AQUÍ EN DIRECTO EL REAL MADRID VS. MALLORCA
Por eso el partido de este miércoles tiene mucho aroma de regreso al pasado para el japonés, a su cesión al equipo bermellón a los pocos meses de fichar por el Real Madrid como agente libre. Aquel movimiento fue una decisión del propio jugador, que con 18 años prefirió probarse en Primera en lugar de conformarse esperando desde el Castilla de Raúl.
Con Vicente Moreno le costó entrar, pero cuando lo hizo, alrededor de marzo, se consolidó. Terminó como octavo futbolista de la plantilla en minutos (2.398), quinto pichichi (4, como Lago Júnior) y primer asistente (5, como Dani Rodríguez), números acompañados de continuos destellos técnicos en un contexto complicado, con un descenso de por medio.
Resurgir tras tropezar en la 2020-21
Después de ello, en verano, se acumularon las ofertas para su préstamo (ni el Real Madrid ni el jugador contemplaban una venta), incluso una muy potente del Bayern. La elección final fue la del Villarreal, pinchando en hueso con Emery, que le apartó del grupo para invitarle a salir en enero. El siguiente destino, poco esperanzador por su estilo antagónico al japonés, era el Getafe de Bordalás. De azulón Take, que llegó al Coliseum perdonando dinero, logró el gol de la salvación.
Sin embargo, ese alegrón de postre no endulzó la 2020-21 de Kubo, que entre unas cosas y otras sólo disputó 1.488 minutos, con dos tantos y cuatro asistencias. Este paso en falso le alejó de quedarse en el Real Madrid, donde además se encontró con el tapón del cupo completo de extracomunitarios. Y, tras unos buenos Juegos Olímpicos (tres dianas y un pase de gol en seis encuentros) en su país, tocó recalcular la ruta.
Pese a la insistencia de la Real Sociedad, Kubo no dudó en agosto: su preferencia fue el Mallorca. Allí se sintió a gusto en la 2019-20 y allí confiaba, como parece que ocurrirá, en que dispondrá de alrededor de 30 partidos. Al nipón no le preocupa, tampoco lo hacía en 2020, estar o no en Europa League o en Champions con otro club: quiere continuidad porque considera que con ella formará parte de la próxima plantilla blanca.
Este curso es el séptimo hombre más utilizado por Luis García, con 370 minutos y sólo una suplencia, en la jornada inaugural, para la que estuvo en la convocatoria por los pelos. En la sexta conocerá el Santiago Bernabéu, quién sabe si su casa a partir de junio...




