Las segundas partes nunca son buenas, dicen por ahí, y qué mejor prueba de ello que la secuela de la historia de (des)amor entre James Rodríguez y el Real Madrid, un novelón que apunta a su final definitivo una vez acabe la temporada.
El pasado mercado de pases de verano fue muy agitado para el cafetero, quien sonó para varios equipos, sin embargo, ninguna oferta llegó a buen puerto y el otrora 10 blanco terminó quedándose en el Merengue con la ilusión de reconquistar a Zinedine Zidane y a la exigente hinchada blanca. Pero el cafetero ha estado muy lejos de lograr su objetivo y todo apunta a que su futuro está muy lejos del Santiago Bernabéu.
Las constantes lesiones a lo largo de la temporada le han impedido estar en plenitud de condiciones físicas para poder pelear un puesto en el once de ZZ; con la última molestia en la cadera, el mediapunta cafetero completó su cuarta baja de la campaña, en la que ya se ha perdido 17 partidos y contando.
Como si fuera poco, James tampoco no ha sabido aprovechar las pocas oportunidades que le ha dado el míster. En el campo se le ha visto apático, sin ilusión y con muy poco fútbol en sus botas, que era lo que le había salvado en el pasado. En España, incluso, la prensa apunta que ya no será tenido más en cuenta por Zidane tras su pésima presentación en la Copa del Rey ante la Real Sociedad, y su ausencia para los duelos ante el Manchester City por Champion y el Clásico ante el Barcelona confirman que el cafetero no cuenta para el francés.
Su futuro está sentenciado: salvo un giro inesperado, no seguirá más en el Real Madrid, donde ya ni siquiera cuenta con el respaldo de una hinchada que se cansó de defenderle y esperarle retomar su versión 2014/15, la mejor desde que llegó a la Casa Blanca cuando, de la mano de Ancelotti, firmó 17 goles y 18 asistencias en 47 encuentros, mientras que esta temporada apenas suma un tanto y dos asistencias en 13 encuentros.
Pero hay vida después del Madrid. Con 28 años, el Bota de Oro de Brasil 2014 todavía tiene cartel en las principales ligas de Europa, de hecho, su nombre ha sonado bastante en las últimas semanas como uno de los grandes fichajes del próximo mercado. La Premier League y el Calcio buscan su talento; él, una nueva oportunidad para seguir en la élite; y el Real Madrid, dinero para invertir en fichajes. Blanco es, gallina lo pone: James saldrá sí o sí de la Casa Blanca el verano que viene, su destino, la única incógnita.