Mbappé PSG RennesGetty

El PSG no echa de menos a Neymar

Neymar es un lujo para el PSG, pero no uno necesario para dominar en Francia. En la Supercopa, jugada en Shenzen por aquello del fútbol moderno, el futbolista estaba sancionado y, por lo tanto, fuera del equipo, pero no importó para que se impusiese la cruda realidad del fútbol galo, que el PSG ni siquiera necesita todas sus balas para ser un prohibitivo favorito y llevarse el título.

El Stade de Rennes estuvo cerca de darle un susto, como ya lo hiciera en la final de Copa, cuando logró superar al gigante en los penaltis. El partido llegó con ventaja para el Rennes por 0-1 al descanso y Juan Bernat se jugó una roja que pudo haber cambiado el partido. No la vio y el PSG pudo respirar, porque aun sin Neymar el equipo tiene argumentos sobrados para imponerse en cualquier partido así. 

Pero en ausencia de Neymar, Mbappe. El joven francés es tan estrella como el que más. Campeón del Mundo, uno de los traspasos más caros de todos los tiempos y el futbolista que todos miran como el futuro de este deporte. No le temblaron las piernas para marcar en el 57 y equilibrar un partido que se había complicado sin quererlo. Un gol sencillo para él, de los de encontrar la posición y hacer bueno un gran pase de Marquinhos. Cuando eso ocurrió, cuando el empate apareció en el marcado, el PSG se asentó más, se despegó de los nervios y subió una marcha más. 

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En pocos minutos, resolvió. Fue obra de Di María, de falta, con la zurda, como tantas otras veces. Dice Leonardo que no quiere que el nuevo proyecto se base en las estrellas, que es importante que el bloque de un paso adelante y no se mire solo a Neymar, Mbappe o Cavani. Para eso, Di María da el perfil a la perfección. Puede haber otros más brillantes, pero el argentino pone consistencia y goles, es un jugador perfecto para aportar siempre, sin necesidad de más medallas. 

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