Como es natural en el futbol mexicano dentro de los Juegos Olímpicos, siempre se suele poner especial atención a lo que realizan los refuerzos mayores de edad, siendo hasta ahora de los elementos más criticados Memo Ochoa, Luis Romo y Henry Martín.
Afortunadamente para el Tricolor, se consiguió una victoria 3-0 contra Sudáfrica, teniendo como principales protagonistas al mediocampista de Cruz Azul y al delantero del América, autores de dos de los tres tantos, además de Alexis Vega.
Y lo más importante para México no solo son las anotaciones. Igualmente se debe destacar que ambos tuvieron un desempeño destacado en sus respectivas tareas. Henry ha entendido su rol: Jugar de poste, tener pocas ocasiones de gol, pelear con los defensas y poner de frente al arco a sus extremos. Hoy, es de los que mejor cumplió con su trabajo.
Por su parte, el mediocampista de Cruz Azul pisó con frecuencia el área, dio soporte al mediocampo y gracias a sus cualidades físicas, ayudó a equilibrar en esa zona y ganarle la partida a los Bafana Bafana.
A destacar igualmente que los cambios en el once le resultarona Jaime Lozano. Loroña fue solvente en su lateral, Uriel Antuna firmó un partido muy desequilibrante y Jesús Angulo no desentonó en sus complicadas tareas defensivas.
Hablar sobre el trámite de partido es complejo. El Tri fue contundente, supo cuándo tenía que hacer daño y aprovechó las debilidades defensivas de Sudáfrica para propinar un resultado escandaloso y totalmente merecido.
México se instaló entre los ocho mejores equipos de la competencia, encontrándose en los cuartos de final contra un cuadro que podría indigestarse: Corea del Sur, un veloz equipo que apela a las transiciones tal y como hizo Japón, el cuadro que más se ha complicado hasta el momento.
Resulta buena noticia que previo al partido más importante para esta generación, los referentes del grupo han dado un paso hacia adelante en el terreno de juego. Los jóvenes dan vida a este equipo, pero los experimentados son los que te acercan al podio.