Ajax le dijo adiós a la Europa League. El equipo de Erik ten Hag lo intentó durante todo el partido y a pesar de que se puso en ventaja por medio de Brobbey, al final le faltaron ideas para conseguir el segundo gol que habría hecho posible, al menos, que la eliminatoria se definiera en la prórroga.
Edson Álvarez fue uno de los elementos más destacados en el Olímpico de Roma. El mexicano hizo un partido bastante completo y cumplió con su principal objetivo como volante de contención: ser un muro en la mitad de la cancha y neutralizar los posibles contragolpes del conjunto italiano.
Sin duda, el partido estuvo marcado por la necesidad del Ajax de buscar la remontada. Y es por eso que en los 70 minutos que estuvo en el campo, el Machín se caracterizó por jugar simple, descargar rápido hacia la primera opción de pase y facilitar la fluidez en la elaboración del equipo.
No obstante, la función de escudo dejó de tener utilidad con el transcurso del compromiso. Fue entonces cuando Ten Hag se vio en la obligación de asumir riesgos y reemplazar al mexicano, dando paso a un volante mucho más ofensivo con la intención de buscar el segundo gol que necesitaba.
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La fragilidad del Ajax sin Álvarez se hizo notar casi de manera inmediata: tan solo dos minutos después de su cambio llegó el gol de la Roma, luego de un rápido contragolpe en el que el conjunto local hizo daño con su físico y la finalización de Edin Dzeko, quien aprovechó un rebote dentro del área.
A pesar de no haber logrado el pase a semifinales, la participación de Edson en la Europa League deja un saldo muy positivo. El mexicano se consolida como una pieza importante en el esquema de Ten Hag y demuestra que está a la altura de las citas más exigentes para el Ajax a nivel internacional.
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