El resultado de las pruebas del covid-19 a las que Ousmane Dembélé se sometió el lunes en su domicilio barcelonés ha dado negativo, como ha sucedido con el resto de sus compañeros en las filas del Barcelona. Igual que ellos, el francés pasará ahora a trabajar en las instalaciones del club mientras se recupera de la lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha después de realizar una primera parte de la misma en Qatar y la siguiente, por cuestiones forzosas debido el confinamiento, en su casa.
Su objetivo es el de estar listo para poder reaparecer en la Champions League el próximo mes de agosto, según es la intención de la UEFA a falta de confirmación oficial. Cabe recordar cómo el francés no tiene ninguna posibilidad de jugar LaLiga debido a que el club le dio su ficha a Martin Braithwaite al conocerse que su lesión requería una recuperación de seis meses. Se cumplirán a mediados de julio y entonces el francés gozaría de unas tres semanas para ponerse a punto antes de que la máxima competición continental retome el juego.
Porque en la Champions League es Braithwaite el que no puede jugar, al certificarse su incorporación con el mercado europeo cerrado y sin normativa federativa al respecto que habilitara la presencia del danés, lo cual favorece la puesta a punto de un Dembélé que, de esta manera, se fija objetivos tangibles en el no tan medio plazo.
