Ansu Fati Barcelona Valencia LaLiga 14092019Getty

De Jong pone la mesa y Ansu Fati se come al Valencia


EDITORIAL

Esto tiene buena pinta, muy buena pinta. Ernesto Valverde supo aprovechar el desasosiego en el Valencia tras la destitución de Marcelino García Toral y puso a todos sus jugones, por lo menos los que tiene disponibles, en el once titular. Con Frenkie De Jong como interior derecho e intercambiándose la posición constantemente con Arthur Melo el Barcelona se movió al unísono y ni siquiera permitió al público acomodarse en sus butacas al servirle a Ansu Fati la asistencia del primer gol cuando no habían pasado ni dos minutos. La sociedad que el holandés y el bissauguineano formaron dejó sin respuesta al equipo de Albert Celades, por lo menos en el tramo inicial.

Fati no tardaría en devolverle el regalo a De Jong, lo hizo con una asistencia con la que el holandés puso el 2 a 0 a los siete minutos, dejando al Valencia visiblemente herido mientras el guineano se dedicaba a dejar sentados a sus marcadores, atreviéndose incluso a tirar un sombrero dentro del área que no acabó en gol por muy poco. A excepción del gol de De Jong, todos los remates a puerta del Barcelona en el primer tiempo fueron obra de la última perla de la Masía. Su actitud contagió a todo el frente de ataque azulgrana, rejuvenecido y con un hambre de victoria que hacía tiempo que no se veía en el equipo catalán.

Por supuesto que el Barcelona quiere ganar siempre. Pero la juventud y el descaro de los cinco futbolistas de ataque que formaron de inicio, cuya media de edad no llegaba siquiera a los veintidós años, destrozó a un Valencia rendido a la voracidad barcelonista. Kevin Gameiro pudo recortar distancias al filo de la media hora pero la victoria no peligró en ningún momento pues el segundo tiempo empezó igual que el primero, con un gol tempranero que liquidaría toda esperanza en el rival. En esta ocasión fue Gerard Piqué quien, atento, pescó el mal rechace de Jasper Cillessen ante el remate de Antoine Griezmann para poner el 3 a 1.

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Valverde, pendiente de proteger a Fati, le reemplazó para dar entrada a un Luis Suárez que marcó el 4 a 1 en el primer balón que tocó. No contento con ello el uruguayo todavía tendría tiempo de poner el 5 a 1 y confirmar que este Barcelona, por lo menos en casa, tiene muy buena pinta. Es ahora cuando empiezan los examenes y a pesar de que el cuadro catalán siga con la asignatura pendiente de los desplazamientos -ahí están la derrota en San Mamés y el empate en El Sadar- como local está dejando muy buen sabor de boca y ni siquiera el gol de Maxi López en el último minuto para firmar el 5 a 2 definitivo empañó el buen hacer del Barcelona en la antesala al estreno en la Champions League.

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