Partido consagratorio, como si lo necesitara. Pero sí apareció y en un grandísimo nivel, cuando más se le necesitaba. David Ospina firmó un partido de 10 puntos ante Argentina, pese a que en menos de 10 minutos de juego ya había sacado dos balones del fondo de la red.
El antioqueño, junto a los cambios precisos y oportunos de Reinaldo Rueda, más el liderazgo de Juan Guillermo Cuadrado, conformó la Trinidad en la que la Tricolor sentó las bases para salvar el empate en el Metropolitano, ante una Argentina que tuvo claras oportunidades de ampliar la diferencia y generar una catástrofe en los locales.
Cuatro apariciones determinantes, una de ellas ante Messi que pudo sentenciar la historia en el mejor momento colombiano, para que sus compañeros no perdieran la fe y continuaran en la búsqueda del empate que alcanzó Borja al 95.
Siempre se ha dicho que los grandes equipo parten de un gran arquero y una gran defensa. Ante Argentina, el arco estuvo salvaguardado por el capitán y uno de los más experimentados en el plantel. Ospina sacó el recorrido, la casta y la calidad en un partido agobiante por lo que representaba la derrota para los intereses cafeteros.
El "Tú, tranquilo" está más vigente que nunca en los guantes del '1' que se hizo gigante ante el '1' del mundo.