No la pasa bien el plantel de Colo Colo en pleno quiebre con Blanco & Negro, la concesionaria del club, ya que esta se acogió a la Ley de Protección al Empleo tras no negociar su propuesta de rebaja de sueldos en el período abril - diciembre 2020 por la crisis del coronavirus.
¿Cómo se conforma la plantilla alba?
Parece no haber vuelta atrás según el discurso de los referentes y la postura de la Sociedad Anónima, que será denunciada como confirmó en Cooperativa el abogado del SIFUP Alfonso Canales con el argumento de las prácticas de abril.
La ley en su artículo 1 establece que el acto de declaración de la autoridad competente debe paralizar las actividades y prohibir o impedir totalmente la prestación de servicio de los trabajadores. Hemos visto que todos los clubes del fútbol profesional han hecho trabajo a distancia, incluido Colo Colo. Mandan pauta, entrenamientos que los jugadores tienen que efectuar, mandar en foto y en video dar cuenta de la ejecución de esos servicios. Existe una supervisión y una fiscalización del empleador al trabajador y por lo tanto da origen a una contraprestación económica, que es el salario.
Los atletas podrán cobrar su seguro de cesantía desde el fin de un mes en el que cumplieron con sus obligaciones. "El plantel tomó contacto con el sindicato para asesorías y conocer sus derechos laborales. El sindicato, tal como lo hizo con Temuco, va a presentar una denuncia a la Dirección del Trabajo que iniciará un proceso de fiscalización y determinará si las decisiones que ha tomado Blanco y Negro están en conformidad de la legislación laboral vigente", agregó Canales.
“Según la carta que le hace llegar Blanco y Negro a los jugadores, que desde el 1 de abril se acoge a la ley de empleo, en caso de acogerse a esa ley, quien va a pagar el seguro de desempleo, la AFC, están prácticamente desconociendo que hubieran 22 días trabajados”, sentenció el defensor del sindicato, que sabe que los sueldos más altos recibirán el 70% de sus remuneraciones pero la ley establece como referencia de tope salarial 3.5 millones de pesos chilenos.
La carta que filtró La Tercera:
