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Colo Colo aprueba el desafío Alianza y espera por River con puntaje perfecto

Colo Colo salió a jugárselo todo por darle más valor a los puntos conquistados una semana antes en Brasil cuando recibió a su hermano Alianza Lima la tarde del miércoles en un Monumental copado hasta las escaleras y le superó por 2-1, un tanteador de más sufrimiento del esperado en la previa.

Fue por aquella intención inicial del Popular que se le fue dando todo como lo había planificado, desde las diferencias que marca en la derecha el pique de Pablo Solari hasta la precisión para llenar los espacios del ataque de parte de Juan Martín Lucero, quien alcanzó los 6 gritos con su nueva camiseta gracias a un zurdazo que sirvió para finalizar una tremenda combinada por la punta izquierda entre todos sus intérpretes, Gabi Suazo y Gabi Costa, este último el asistidor por excelencia, con un pase quiebralíneas que dejó en nada la resistencia blanquiazul.

Los goles de Colo Colo vs. Alianza Lima desde el Monumental

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Aunque si no salió convencido del todo el grupo de futbolistas de Quinteros bien puede entenderse por la falta de finiquito de una primera mitad en la que Pablo Solari y el propio Martín Lucero se acumularon remates a los postes de un Ángelo Campos que sí respondió cuando Costa lo requirió pero que a la larga la sacó barata. Y Alianza, tal y como contra River, se mantenía a un gol de distancia y con la chance de aprovechar una para entrar en la discusión.

Lejos de demostrarse invencible el Cacique encontró más ventaja en una joya de colección de Esteban Pavez, que metió la bomba desde afuera tras el centro de un capitán Suazo adentrado y cómodo con el fútbol más ofensivo. Pero en vez de trabajar con la tranquilidad de encontrarse dos goles por encima en el marcador, en aquel último tercio sufrió de más el Popular y pudo terminar con peores problemas. Por lo pronto, el descuento iba a caer cuando Alianza se animó a los pases profundos, y en los pies de Edgar Benítez el partido entró en suspenso luego de que Pablo Lavandeira entendiera que su colega paraguayo podía con la velocidad de la última línea local.

Los minutos finales transcurrieron entre la angustia de un público que no paraba de cantar ni de sufrir ante el margen tan estrecho y un Albo más habituado a estas instancias, con la experiencia de Fortaleza encima, ningún problema para reventarla cuando fuese necesario y la calma en que se podía superar esta compleja valla antes del desafío mayor del grupo, River en dos semanas en el exacto escenario.

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