
"Supongo que todo el mundo está hablando del Clásico, del Clásico del 26 de octubre. Ese que todo el mundo dice que no se debe jugar. Es un debate tremendo, no sé qué tiene que ver el fútbol con esto, es un tema exclusivamente de seguridad".
"Si el gobierno español y el Ministerio de Interior piden que el partido se aplace debería ser la norma. No se trata de si el Real Madrid quiere o el Barcelona quiere, aquí se trata de un problema de seguridad. Estamos en un momento donde no se debe mezclar política y deporte. Es evidente que nadie sabe qué va a suceder dentro de diez días porque el Clásico tiene esa fecha marcada en el calendario".
"A mí la idea de cambiar de escenario, jugar primero en el Bernabéu y luego en Camp Nou me parece una equivocación porque entre otras cosas alteraría la competición. Pero sí creo que hay que hacer caso a quienes cuidan de nuestra seguridad. Para evitar todo lo que sucede en Catalunya, ese terrorismo que estamos presenciando en directo a través de la televisión, pueda tener efectos sobre un acontecimiento al que pueden ir 90.000 personas me da la impresión que lo más lógico es cambiarlo".
"Nadie nos asegura que en el mes de diciembre cuando se puede jugar ese partido esté todo tranquilo, pero encontraremos una situación diferente, tendremos la idea de quién va a gobernar este país. Creo que el Clásico debe ser aplazado y no mezclar política y deporte si no seguridad y deporte".
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