Universidad Católica sigue sin poder retener a sus entrenadores. Primero fue Beñat San José, quien dejó la escuadra tras campeonar en un proceso que ilusionó a los hinchas, pero luego llegó Gustavo Quinteros, el que hizo olvidar rápidamente al español.
Y es que el argentino nacionalizado boliviano supo adaptarse rápidamente al fútbol chileno, y al plantel que tomó en San Carlos de Apoquindo. Quinteros dio en el clavo con los esquemas y tuvo buena respuesta de sus pupilos.
Algo que los otros entrenadores no pudieron concretar, por lo que a pesar del término anticipado del Campeonato Nacional 2019, ya tenía 13 puntos de diferencia con su más próximo perseguidor, Colo Colo.
Un trabajo impecable lo que le valió las miradas desde el extranjero, y ante un suculento contrato ofrecido por Xolos de México, y considerando la inestabilidad social y política que vive Chile, es que tomó la oferta para mudarse a Tijuana.