El Barcelona sigue sin conocer la derrota en LaLiga y este sábado venció por 2-1 al Sevilla en el Camp Nou para mantenerse como líder indiscutible del campeonato por delante del Valencia.
Los culés cuajaron la primera parte más sólida de la era de Ernesto Valverde en el banquillo blaugrana pero sólo pudieron marcharse al descanso ganando por 1-0 y acabaron sufriendo ante un rival que mejoró en la segunda mitad. El gran debe del Barcelona estuvo en la efectividad en sus ocasiones.
Las estadísticas del partido acabaron realmente igualadas tras el final de los 90 minutos pero los culés tuvieron mucha más clarividencia que su rival para crear ocasiones. Los culés obtuvieron una victoria por la mínima en cuanto a la posesión con un 52% a su favor. Los pases también estuvieron realmente igualados, ya que los locales intentaron 586 con un 85% de efectividad y el Sevilla sólo 54 menos con 532 (86%).
Sin embargo, el Barcelona tuvo el 26% de la posesión cerca del área de los andaluces con un ataque comandado por Iniesta, Rakitic, Alcácer y Suárez. Por su parte, el Sevilla sólo consiguió el 17% de sus posesiones discurrieran cerca del área de Ter Stegen. La consecuencia es que el Barcelona disparó 13 veces pero sólo 4 fueron a puerta y dos acabaron en gol, lo que dejó un 30’7% de efectividad.
Por su parte, el Sevilla disparó menos de la mitad de veces que su rival con 6 y el 50% fueron a puerta y uno acabó en gol. Los dos tuvieron la pelota casi en el mismo tiempo pero el Barcelona consiguió que su rival la tuviera más lejos de su portería. De hecho, los culés consiguieron que Banega y Muriel sólo pudieran entrar en el 22% de los ataques por el centro y el Sevilla inquietó más por la derecha con las subidas de Corchia y de Navas, que no estuvo acertado en los centros.
El Barcelona entró casi por igual por el centro (34% de los ataques), derecha (32%) e izquierda (34%). Messi estuvo muy tapado con el marcaje individual de Pizarro y eso obligó a que otros jugadores tomaran galones. Los dos goles culés acabaron llegando por la derecha, donde Alcácer y Rakitic aprovecharon dos errores de Escudero para finalizar las dos acciones decisivas.
En un partido igualado en casi todas las facetas, el Barcelona tuvo más clarividencia para encontrar ocasiones pero su desacierto a la hora de definir los 13 tiros que tuvo a su favor, dio la oportunidad al Sevilla de empatar en la segunda parte y llegar con vida hasta el final.