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Curtis Jones Liverpool 2019-20Getty Images

A la manera de Liverpool: cómo los Reds construyen la próxima generación de futbolistas

Si le preguntar a James Milner por su momento favorito de la actual temporada, es probable que su respuesta no sea la que esperas. No será su penal en el último minuto para ganarle a Leicester en octubre, ni la victoria sobre Manchester City en Anfield, un mes después. Tampoco el derbi de Merseyside contra Everton en diciembre, o los memorables triunfos frente a Manchester United, Tottenham, Chelsea y Arsenal. Nada de eso: el momento más alto de la campaña para el mediocampsita ocurrió en febrero. Y en un partido en el que ni siquiera jugó.

"Nunca lo vi tan contento, ¡jamás!", dice una fuente del club, en relación a la noche en que un equipo Sub-23 de Liverpool, liderado por Neil Critchley, derrotó a Shrewsbiry en Anfield, en el partido replay de la cuarta ronda de la FA Cup que Milner observó desde la puerta del túnel del vestuario. "Estaba completamente emocionado por los jóvenes, por Critch y por sus asistentes", completa el informante.

Fue una noche de gloria para la academia Red: un equipo con un promedio de edad de 19 años y 28 días, liderado por el capitán más joven en la historia del club, derrotó a un rival de League One frente a una ruidosa multitud de 52 mil personas. "Jugaron como un equipo del Liverpool, estoy muy orgulloso de ellos", dijo un radiante Critchley.

Por supuesto, ha sido una campaña partcularmente inusual, cuyas circunstancias permitieron que muchos de los integrantes de la joven guardia de los Reds pudieran dar sus primeros pasos en el fútbol profesional. En la actual temporada se produjeron nada menos que 22 debuts en Liverpool, de los cuales 21 fueron de futbolistas de 22 años o menos. Y eso sin contar las contribuciones de Curtis Jones, Pedro Chirivella, Ki-Jana Hoever o, por supuesto, el brillante Tren Alexander-Arnold.

En este contexto, las grandes historias abundan. Por ejemplo, está el caso de Adam Lewis, el lateral izquierdo nacido en el suburbio de Fazakerley que fue figura contra Shewsbury: aquellos fueron los primeros 90 minutos del juvenil de 20 años en la temporada, luego de que una grave lesión en la rodilla lo dejara afuera de la primera mitad de la campaña. El defensor está en el club desde los cinco años y soñaba con jugar en Anfield incluso desde antes.

Y qué decir de Tom Hill, el delantero de 17 años con rostro de bebé y oriundo de Formby que al comenzar la temporada ni siquiera había jugado para el equipo Sub-18 y ahora puede decir que disputó un partido de cuartos de final de la Copa de la Liga. O de Leighton Clarkson y Jake Cain, amigos inseparables fuera de la cancha que pueden contar sobre aquella noche en la que se adueñaron del mediocampo frente a un Anfield repleto.

Yasser Larouci era extremo hace 18 meses, pero en enero ahí estaba, en el lateral izquierdo, manteniendo a raya a nombres de la talla de Theo Walcott y Richarlison en un derbi de Merseyside. Mientras tando, en el flanco opuesto, Neco Williams le hacía un tributo a Alexander Arnold. Ambos, vale recordar, son aún adolescentes, bebés en términos futbolísticos.

Neco Williams Liverpool 2019-20Getty Images

Historias maravillosas, recuerdos maravillosos. Pero en Kirkby el mensaje es claro: disfruta el momento, pero nunca dejes de mirar hacia el futuro. "Nosotros no celebramos debuts", le dijo a Goal el director de la academia, Alex Inglethorpe, el año pasado. "No queremos que el mejor momento en la carrera de un jugador sea su primer partido o un título en la FA Cup juvenil. Si eso es lo que hay para destacar es que fallamos. La pregunta siempre debería ser '¿qué viene después?'", explicó.

Entonces: ¿qué viene después?

Ese es el gran interrogante. Por supuesto, no hay garantías en relación a los jugadores jóvenes: "Algunos toman el elevador, mientras otros usan las escaleras", es la analogía que utiliza Inglethorpe para explicar que por cada Alexander-Arnold, cuyo ascenso ha sido meteórico, hay muchos, muchos otros que se ven forzados a construir sus carreras por un camino diferente.

Para varios, su futuro estará en la Football League. Otros bajarán aún más en la pirámide, mientras que algunos, inevitablemente, se alejarán de los campos de juego por completo. Un estudio realizado por la Asociación de Futbolistas Profesionales de Inglaterra en 2017 mostró una alarmante tasa de deserción: cinco de cada seis jóvenes que están en academias de elite a los 16 años, a los 21 están afuera del fútbol profesional. Es un deporte brutal y se requiere de mucha fortaleza -tanto física como mental- para poder sobrellevarlo.

En Liverpool, por supuesto, están completamente al tanto de estos problemas. Neil Mellor, un delantero que disputó 22 partidos para los Reds entre 2002 y 2005, recuerda que Steve Heighway le dijo que el objetivo de la academia era "preparate para el día en que te vayas de Liverpool" y al hablar con Inglethorpe o Phil Roscoe -el responsable del cuidado de los jugadores- queda claro que hay un gran esfuerzo por parte del club para desarrollar no sólo futbolistas, sino también seres humanos, personas que estén listas para afrontar el mundo, sea como un profesional de elite o no.

Inglethorpe estuvo a cargo de supervisar una reducción del 40% de los futbolistas en Kirkby, que perseguía un doble objetivo: primero, facilitar la detección y el desarrollo de los jóvenes con potencial para llegar al primer equipo y segundo, evitar darles falsas expectativas a quienes nunca llegarían a Anfield. "Sentido común", le dice.

GFX Liverpool Frase Inglethorpe

Un tope salarial de 40 mil libras (47 mil dólares) al año también fue implementado en la academia, aunque quienes progresan rápidamente hasta el nivel de primer equipo pueden recibir atenciones por parte del club. "Es lo que corresponde. He visto jugadores a quienes se les pagó demasiado cuando eran jóvenes y no se me ocurren demasiados ejemplos de alguno que haya llegado a alcanzar su potencial. Pero también vi a quienes cobran lo suficiente para subsistir, con salarios que los mantienen humildes y ambiciosos. La lista de esos jugadores que finalmente tuvieron éxito es bastante larga", dice Inglethorpe.

Los beneficios de este enfoque se pueden ver en el desarrollo de jugadores como Jones, que hizo su debut en el Sub-18 a los 15 años y ahora lleva nueve partidos en el primer equipo y disfruto de ESE momento frente a Everton, o como Williams, un central sin pretensiones nacido en Wrexham que ahora es considerado como una genuina alternativa por Jürgen Klopp. Ambos están en el club desde el nivel Sub-9 y fueron educados 'a la manera de Liverpool': autoestima, sí, pero también trabajo duro y humildad, el entendimiento de quién es cada uno y de dónde vine. Primero la persona, luego el jugador.

La educación juega un rol central en ese proceso. La mayoría de los jugadores de la academia Red asisten a Rainhill High, una escuela secundaria integral ubicada a unos 16 kilómetros de Kirkby. Puertas adentro, al mismo tiempo, el club trabaja duro para asegurarse que los futbolsitas sean educados en cuestiones sociales, de salud, domésticas y prácticas. Se organizan visitas periódicas y los jugadores son animados a leer y a aprender nuevas habilidades, como cocina o idiomas. El ojbetivo, según dice el personal, no es sólo educar y enseñar cuestiones básicas para la vida diaria, sino también ofrecer perspectiva y una apreciación del resto y del mundo alrededor.

En febrero, por ejemplo, un grupo de jugadores de la academia visitaron la Playa Dorada de Normandía, una de las cinco zonas donde se produjo la invasión Aliada a la Francia ocupada por los alemanes en 1944. Anteriormente habían sido visitados por Bernard Morgan, un ex decodificador de la RAF, la Fuerza Aérea británica, quien les contó sus experiencias durante la Segunda Guerra Mundial. Una semana antes, el equipo Sub-18 de Barry Lewtas había estado en la prisión de Walton conversando con los presos sobre sus vidas, sus crímenes, sus experiencias y sus errores. Según un miembro del staff que estuvo presente, fue una tarde movilizante y, por momentos, emotiva.

Esas visitas buscan abrir los ojos de los jugadores jóvenes, hacerlos pensar sobre sus elecciones de vida y que aprecien sus talentos. Ser un futbolista requiere sacrificio y dedicación, al igual que trabajar en la fábrica Jaguar Land Rover de Halewood, o ser parte del ejército. El plantel de Lewtas pasó dos días en las Barracas Weeton, cerca de Preston, como parte de sus entrenamientos de pretemporada durante el verano. "Una experiencia valiosa", considera Roscoe, quien fue el encargado de educación y bienestar, antes de pasar a su rol actual esta misma temporada. 

Un par de semanas antes de aquel partido contra Shrewsbury, Goal se lo encontró en un partido del Sub-23. Lo que destacaba era su conocimiento y su interés por todos los que habían sido parte del club en el pasado y habían partido. Habló de Sam Hart, un joven central que se fue en 2017 y actualmente está a préstamo en Shrewsbury desde Blackburn, y de Jordan Lussey, excapitán del equipo Sub-21 que ahora juega en Marine, de la octava división del fútbol inglés. Adam Phillips, a préstamo de Norwich en Morecambe de la League Two, fue otro nombre mencionado.

What stood out was his knowledge of, and care for, those who had been with the club and since departed. He spoke of Sam Hart, a young full-back who had moved on in 2017 but who was now on loan at Shrewsbury from Blackburn, and of Jordan Lussey, formerly the captain of the U-21s but now making his way with local side Marine in the eighth tier of English football. Adam Phillips, on loan from Norwich at Morecambe in League Two, was another player mentioned.

El objetivo de Liverpool es tener jugadores como este distribuidos alrededor de las ligas europeas y, particularmente, en Inglaterra. No sólo futbolistas talentosos, sino profesionales sólidos, individuos consolidados, personas que puedan hacerse cargo de la vida. Se enorgullecen por el crecimiento de alguien como Conor Coady, el capitán de Wolverhampton, o Jay Spearing, líder en Blackpool. El estado de forma de Ryan Kent en Rangers es seguido muy de cerca, como también el de Raheem Sterling, Jordon Ibe, Jon Flanagan, Andre Wisdom, Tom Ince y Jack Robinson.

Conor Coady Wolves 2018-19Getty Images

"Que ya no jueguen más aquí no significa que nos olvidemos de ellos", dijo Roscoe en aquel partido Sub-23. El mejor ejemplo de esta frase es la presencia regular de Tom Brewitt, el defensor de Morecambe, en Kirkby. Brewitt dejó Liverpool en 2017, pero ahora regresó para iniciar lo que parece ser una muy promisoria carrera como entrenador. El joven de 23 años viene ayudando a Lewtas y su asistente Jonathan Robinson con los Sub-18 y también trabaja por las tardes con los Sub-13 y 14. Ya tiene su licencia B de la UEFA y espera conseguir la licencia A en los próximos 12 meses.

La historia de Brewitt apareció en la primera edición del nuevo newsletter que se envía a todos los jugadores de la academia del Liverpool, tanto del presente como del pasado. Apunta no sólo a celebrar los éxitos de sus exalumnos, sino también a ofrecer ayuda y apoyo y a mantenerlos conectados al club. 

La presencia de exjugadores en Kirkby ayuda. Rob Jones, exdefensor de los Reds, pasa mucho tiempo con Lewtas y su equipo, mientras Steve McManaman suele acercarse a ver partidos. Heighway, mientras tanto, fue invitado por Inglethorpe a regresar como entrenador de consulta y trabaja con los grupos de todas las edidas. Su experiencia y sabiduría ha sido una herramienta invaluable, según las fuentes.

Este año habrá cambios significativos en Kirkby. La sorpresiva partida de Critchley para asumir al frente de Blackpool en la League One llevará a una reorganización de los entrenadores: se espera que el muy bien considerado Lewtas ascienda al equipo Sub-23 y su asistente Robinson quede a cargo del Sub-18. La continuidad es clave para el proyecto.

Pero Kirkby también se prepara para la llegada de Klopp y su plantel principal quienes, antes de la crisis del coronavirus estaban listos para mudarse en el verano al nuevo complejo, que costó 50 millones de libras (59,5 millones de dólares). De esta manera, por primera vez en la historia, toda la operación futbolística del club se desarrollará en una misma ubicación.

Una jugada clave que, en teoría, debería ayudar al progreso de los jugadores jóvenes desde la academia al primer equipo. Aunque, es cierto, no es que Liverpool haya tenido demasiados problemas en ese aspecto.

El presente es resplandeciente. Y el futuro también asoma con su propio brillo.

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