El incidente se desarrolló después del penalti ganador de Rüdiger, que aseguró el lugar de Los Blancos en los cuartos de final. Los jugadores del Madrid corrieron hacia sus aficionados para celebrar, lo que provocó que los seguidores del Atlético arrojaran objetos. Los Rojiblancos acusaron a los jugadores de provocar a la multitud, mientras que el Madrid defendió a sus estrellas, afirmando que estaban reaccionando a la hostilidad y los proyectiles desde las gradas.
Curiosamente, Vinicius Jr., quien también hizo gestos referentes a los 15 títulos de la Liga de Campeones del Madrid y los cero del Atlético, no fue castigado. La UEFA dictaminó que sus acciones no fueron lo suficientemente graves como para justificar una sanción.