A todo o nada: América busca ante LAFC el boleto al Mundial de Clubes y la redención internacional

La historia de fracasos internacionales recientes del América comenzó en octubre de 2021, cuando cayó ante Rayados de Monterrey en la final de la entonces llamada Liga de Campeones de la Concacaf. Aquel partido, disputado en el Estadio BBVA, se definió por un error puntual: Sebastián Cáceres cometió una falla en zona defensiva que permitió el gol de Rogelio Funes Mori, suficiente para sentenciar la derrota por 1-0 y entregar a Monterrey el título continental.

Esa final no solo significó otro trofeo perdido para el América, sino que tuvo un peso mayor: era la primera vez que la Concacaf otorgaba un boleto directo al nuevo Mundial de Clubes, que se jugaría con formato expandido en 2025. Rayados aseguró su lugar en el torneo global, mientras que las Águilas volvieron a casa con las manos vacías y la espina clavada de haber dejado escapar una oportunidad histórica.

Con André Jardine en el banquillo, América llegó a la Concacaf Champions Cup 2024 con la firme intención de saldar cuentas pendientes. Sin embargo, su camino se truncó una vez más en las semifinales, frente a un viejo verdugo: los Tuzos del Pachuca. En una eliminatoria tensa y disputada, el conjunto hidalguense se impuso 3-2 en el marcador global, con el golpe definitivo cayendo en el Estadio Hidalgo.

Esa eliminación dolió más que las anteriores. Se trataba de la “última oportunidad” para clasificar al Mundial de Clubes por la vía deportiva, y nuevamente las Águilas vieron cómo sus sueños eran frustrados por uno de los rivales que históricamente más se les ha complicado. Para colmo, Pachuca no solo los eliminó, sino que terminó coronándose campeón al vencer al Columbus Crew y asegurar el boleto que América ansiaba con todo el corazón.

A nivel local, América ha sido una máquina imparable bajo el mando de André Jardine. En menos de dos años, el equipo ha logrado un histórico tricampeonato de Liga MX, alzando los trofeos del Apertura 2023, Clausura 2024 y Apertura 2024. A ello se suman títulos como el Campeón de Campeones, la Campeones Cup frente al Columbus Crew y la Supercopa MX, consolidando una era ganadora en Coapa.

Pero a pesar de la supremacía en el fútbol mexicano, el equipo arrastra una deuda pendiente en el plano internacional. Las oportunidades desperdiciadas para asistir al Mundial de Clubes han dejado un sabor amargo en la afición azulcrema. Ganar en casa ha sido motivo de orgullo, pero el no poder demostrar ese poderío fuera del país ha impedido cerrar con broche de oro una de las etapas más exitosas del club en su historia reciente.

Cuando parecía que el tren al Mundial de Clubes ya se había ido, una nueva posibilidad emergió gracias a un conflicto legal. En marzo de 2025, la FIFA hizo oficial la exclusión del Club León del torneo, debido a la normativa de multipropiedad, ya que pertenece al mismo grupo que Pachuca. El caso fue apelado por la institución ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), pero el fallo fue definitivo: León quedó fuera del Mundial.

Esa decisión dejó vacante un boleto y la FIFA decidió que serían América y LAFC quienes disputarían ese lugar en un duelo directo. La resolución encendió los ánimos en Coapa, pues revivía una posibilidad que ya se creía perdida. De manera inesperada, las Águilas volvieron a estar en la conversación global, listas para pelear por el pase que tanto se les ha negado en los últimos años.

Ahora, América tiene en sus manos una oportunidad única e invaluable. No solo se trata de alcanzar el Mundial de Clubes, sino de cerrar un ciclo con gloria internacional, algo que le ha sido esquivo pese a su dominio en México. Este duelo ante LAFC no solo es un partido más: es el juicio final para una generación que ha dado títulos, pero que aún busca su consagración fuera de las fronteras nacionales.

Ganar significaría mucho más que un boleto: sería darle a la afición azulcrema la satisfacción de ver a su equipo codearse con la élite mundial, y saldar esas cuentas pendientes que se arrastran desde 2021. Además, la clasificación al torneo viene acompañada de un jugoso premio económico de poco más de 10 millones de dólares, solo por participar, lo que convierte este encuentro en un duelo de altísimo valor deportivo y financiero. La historia le ha dado al América una última carta, y ahora todo dependerá de si puede jugarla con la grandeza que lo ha caracterizado por más de un siglo.