El tesorero del Barcelona admite que el club debería haber reconstruido el Camp Nou 'hace años' y explica por qué el estadio renovado es tan importante.

Barcelona ha recibido oficialmente luz verde para reabrir el Camp Nou después de meses de retrasos, con el ayuntamiento aprobando el permiso de ocupación de la Fase 1A que permite a 27,000 espectadores dentro del renovado estadio. Sin embargo, el club ha optado por seguir en el Lluis Companys de Montjuic por ahora, priorizando la lógica financiera sobre la nostalgia. Según fuentes del club, no tiene sentido regresar a un Camp Nou parcialmente reabierto cuando la mayor capacidad de Montjuic actualmente genera mayores ingresos en los días de partido.

La decisión se produce en un período crucial para el proyecto Espai Barca del Barcelona, que sigue siendo uno de los esfuerzos de infraestructura más ambiciosos del fútbol europeo. El club planea eventualmente albergar a 47,000 fanáticos bajo la Fase 1B, un paso que también permitiría la aprobación de la UEFA para partidos de la Liga de Campeones en el nuevo estadio. La vicepresidenta Elena Fort ha sugerido que un gran regreso podría coincidir con el 126 aniversario del club a finales de noviembre, calificándolo como "un momento ideal" para el regreso a casa.

Aunque muchos seguidores se sintieron decepcionados por la estancia prolongada en Montjuic, la directiva insiste en que la paciencia ahora llevará a una estabilidad financiera y deportiva mucho mayor a largo plazo. La demora también permite más tiempo para controles estructurales y validación técnica de las áreas renovadas, asegurando los estándares de seguridad y calidad requeridos por las autoridades locales y europeas.

El tesorero de Barcelona, Olive, reconoció durante la Asamblea General que el club había tardado demasiado en modernizar su icónico hogar: "Deberíamos haber construido este estadio hace años; estamos atrasados. Y lo estamos haciendo para poder competir con los mejores clubes del mundo. Tenemos €175 millones en ingresos por el estadio [para 2024-25], y sin hacer nada, sin construir un nuevo estadio, estaríamos en €250 milones [en Camp Nou], pero podemos alcanzar los €400 millones con el nuevo estadio."

Esto subraya el papel vital del proyecto en la recuperación económica del club. Sus declaraciones reflejaron las del presidente Laporta, quien describió el nuevo Spotify Camp Nou como un símbolo tanto de unidad como de ambición.

"Spotify Camp Nou... es el sueño colectivo de los aficionados del Barcelona y el legado que tendrán las futuras generaciones", dijo Laporta. "Hemos tenido el valor de reactivar este proyecto que había estado en pausa. Los socios tienen que ver este sueño hecho realidad y tienen que vivirlo. Hemos trabajado incansablemente para obtener los permisos del ayuntamiento que nos permitirían regresar al estadio. Este permiso llegó y me gustaría extender una cálida felicitación."

Tanto Olive como Laporta reforzaron que Espai Barca es más que ladrillos e ingresos, sino una declaración de identidad. El nuevo estadio está destinado no solo a competir financieramente con la élite de Europa, sino también a preservar la esencia del club manteniendo el corazón del FC Barcelona arraigado en su hogar histórico.

El proyecto Espai Barca, valorado en casi €1 mil millones, ha sido una de las iniciativas más escrutadas en la historia moderna de Barcelona. Su contrato de construcción se otorgó de manera controvertida a la empresa turca Limak, a pesar de que, según informes, la compañía obtuvo la puntuación más baja en una evaluación técnica frente a sus competidores españoles Ferrovial y FCC. La propuesta de Limak exigía un pago inicial de aproximadamente €200 millones en comparación con solo €12 millones de otros postores, lo que generó preocupaciones sobre la transparencia y la financiación a largo plazo. Los dirigentes del club han defendido la decisión, afirmando que el plan de Limak cumplía mejor con los plazos impuestos por la UEFA y el gobierno local para su finalización.

El objetivo sigue siendo transformar el Spotify Camp Nou en un complejo de fútbol y entretenimiento de última generación capaz de generar ingresos constantes durante todo el año. La estructura terminada servirá como la joya de la corona del ecosistema Espai Barca, que también incluye una nueva arena Palau Blaugrana y mejoras en las instalaciones de entrenamiento.

Fuera del campo, el Barcelona ha fortalecido su base comercial a través de una renovada asociación con Spotify. El acuerdo renovado mantiene a la gigante del streaming como el patrocinador principal del club hasta 2030 y extiende los derechos de nombre del estadio hasta 2034, asegurando ingresos consistentes durante la fase de reconstrucción. La colaboración ha sido aclamada como una fusión perfecta entre el fútbol y la cultura del entretenimiento global.

Con el permiso de la Fase 1A del ayuntamiento asegurado, el Barcelona ahora se centra en recibir la aprobación más extensa de la Fase 1B, lo que permitiría que 47,000 aficionados asistan a los partidos en el renovado Camp Nou. La vicepresidenta del club, Elena Fort, se mantiene optimista, enfatizando que el proceso es principalmente administrativo y que las obras en sí ya están completas.

Una vez aprobado, el tan esperado regreso del club podría coincidir con un partido destacado alrededor de su aniversario en noviembre. Financieramente, los próximos meses serán decisivos. El club apunta a capitalizar los futuros ingresos del estadio, que se espera que aumenten de €175 millones a hasta €400 millones anuales una vez que el lugar esté completamente operativo. Ese aumento podría ser transformador para el Barcelona, que aún se recupera de años de problemas financieros y estrictos controles de gasto de La Liga.