¿Sigue o cumple su palabra? Así marcha el culebrón de Xavi en Barcelona

El momento de la dimisión fue una sorpresa. El Barça de Xavi llevaba semanas pasando apuros, pero él había mantenido el respaldo inequívoco de la directiva durante todo el proceso. El técnico no iba a ser despedido, por muy malos que fueran los resultados.

Entonces, cuando Xavi reveló que no sería el entrenador del Barça tras el final de la temporada, fue una sorpresa. Al fin y al cabo, si el club le había ofrecido tanto apoyo, ¿cómo podría marcharse?

En las semanas posteriores, Xavi ha aclarado su postura. "Creo que nuestro trabajo no se valora lo suficiente", afirmó poco después de su impactante anuncio. "Ya lo había decidido hace mucho tiempo, desde el comienzo de la temporada".

Hasta cierto punto, las cosas han cambiado. El Barça está volviendo a ganar partidos y el fútbol ciertamente ha mejorado. Sin embargo, con toda probabilidad esta seguirá siendo una campaña sin trofeos para uno de los clubes más condecorados de Europa, y es difícil para cualquier entrenador sobrevivir a eso.

Aún así, el Barça podría estar dispuesto a dejar atrás a su legendario mediocampista si hubiera una gran cantidad de opciones de entrenadores de primer nivel en el mercado y poca competencia de otros equipos.

Pero los catalanes enfrentan la perspectiva de necesitar un entrenador en medio de uno de los veranos más turbulentos para los entrenadores de los últimos tiempos. Liverpool y Bayern Munich seguramente necesitarán nuevos entrenadores, mientras que Manchester United, Chelsea y Juventus también podrían entrar en el mercado para buscar nuevos técnicos.

Los banquillos internacionales más importantes, como los que están a cargo de Inglaterra, Alemania y Argentina, también podrían estar disponibles después de los próximos torneos de verano. En resumen, existe la posibilidad de que haya más vacantes de nivel élite que entrenadores disponibles para cubrirlas.

Xabi Alonso parecía ser la joya del mercado y asumir uno de esos roles, pero ya ha anunciado su intención de quedarse en el Bayer Leverkusen al menos una temporada más.

Según se informa, el Barça ha mostrado interés en contratar a Thomas Tuchel, Ruben Amorim o Hansi Flick, entre otros, pero no ha habido vínculos concretos con ningún candidato externo.

Incluso si el Barça quisiera que entrara un gran nombre, ¿podría permitírselo? El club ha estado en problemas financieros durante algún tiempo, y los efectos de la cataclísmica presidencia de Bartomeu se han sentido desde que se fue a finales de 2020.

Ha habido algunos signos de recuperación: el desenfrenado movimiento de palanca de Joan Laporta ayudó a refrescar el equipo de cara a la temporada 2022-23, en la que se ganaría el título, pero el Barça todavía no cumple con las normas financieras de La Liga.

El límite salarial del club se ha reducido a unos escasos 204 millones de euros, un duro golpe para un equipo cuyo presupuesto actual para salarios ronda los 492 millones de euros.

Este tampoco es un territorio nuevo. El Barça lleva más de 18 meses operando por encima de su límite. Aún así, La Liga ahora puede tomar medidas drásticas. El club, oficialmente, no puede hacer nuevos fichajes ni contratar a un entrenador antes de hacer recortes en otros lugares.

Eso parecería descartar a varios candidatos potenciales, entre ellos a Amorim, el astuto estratega del Sporting CP, que supuestamente tiene una cláusula de rescisión de más de 15 millones de euros.

E incluso si el Barça encontrara espacio para contratar a un nuevo entrenador, presumiblemente con salarios más bajos de los que podrían ganar en otros lugares, sus problemas financieros serían difíciles de vender para un entrenador que esperaría tener fondos para formar un equipo a su propia imagen.

Incluso si se pudiera persuadir a un entrenador de primer nivel para que operara dentro de las limitaciones financieras actuales del Barça, ¿por qué querría asumir un papel que claramente le pasa factura a quien lo asume?

Xavi ha mostrado una honestidad cada vez mayor, y a menudo brutal, en su evaluación de ese papel. Habló honestamente sobre el impacto que ha tenido ser entrenador del Barça en su salud mental, al tiempo que advirtió a su excompañero y actual entrenador del Barça Athletic, Rafa Márquez, que no aceptara el puesto en medio de rumores de que estaba en la carrera para ascender al primer equipo. "Te hacen sentir inútil todos los días", afirmó Xavi.

"A todos los entrenadores les ha pasado. Hablando con Pep [Guardiola] me dijo, [Ernesto] Valverde también. Vi sufrir a Luis Enrique. Creo que tenemos un problema con las exigencias de este puesto".

Otros también lo han respaldado, como cuando Pep Guardiola habló abiertamente sobre la toxicidad del rol, mientras que Ronald Koeman también insinuó las dificultades que conlleva la gestión de uno de los clubes más observados del mundo.

Ciertamente, Xavi está teniendo que lidiar con muchos problemas, desde haber sido expulsado dos veces esta temporada, a la demanda que interpone contra dos periodistas por publicar falsedades sobre él en la prensa. Nada de dirigir al Barcelona en estos momentos parece muy divertido.

El Barça, por su parte, ha insistido en que quiere que Xavi se quede. El vicepresidente Rafa Yuste ha afirmado que, dos años después de su mandato, Xavi se encuentra todavía en los primeros años de un proyecto a largo plazo. A pesar de los malos resultados en el campo, los aficionados descontentos y un ambiente tóxico en torno al equipo, dentro del club existe la creencia de que hay motivos para el optimismo.

Laporta ha dicho casi lo mismo, provocando la posibilidad de que Xavi pueda revertir su decisión para el verano, creyendo que la profunda conexión de la leyenda del club con los blaugrana será suficiente para convencerlo de cambiar de opinión. "Él ya lo sabe. Me gustaría que se quedara", dijo Laporta.

"Sigue diciendo que se irá en junio, pero ya veremos. No queremos presionarnos a nosotros mismos para tomar una decisión porque la forma en que van las cosas ahora nos funciona”.

Ciertamente, el entrenador siempre ha querido hacer lo mejor para el Barcelona, y Xavi ha admitido en las últimas semanas que su dimisión es un ejercicio de altruismo, nacido del entendimiento de que el club no debería tener que despedir a un entrenador que no puede hacer funcionar al equipo.

"Soy un hombre de club y lo seré hasta el final", afirmó. "Las circunstancias, lamentablemente, han sido muy negativas. Y se ha hecho un muy buen trabajo desde dentro. Estoy orgulloso, tengo la conciencia muy tranquila. Siempre he priorizado al club y a los futbolistas antes que a mí mismo".

Entonces, ¿cómo puede el Barça convencer a Xavi de dar un giro de 180 grados en las próximas semanas? Sus finanzas son un desastre, mientras que sus jugadores de mayor edad tienen un desempeño deficiente y absorben salarios enormes.

A pesar de una buena racha reciente, todavía hay tensión en torno al club y no existe una estructura suficiente que sugiera que las cosas puedan mejorar.

Ciertamente, el surgimiento de los talentos adolescentes Lamine Yamal y Pau Cubarsi ofrecen esperanza para el futuro, y si las estrellas del mediocampo Pedri y Gavi pueden permanecer libres de lesiones, entonces existen los ingredientes para un equipo que podría crecer durante al menos una década.

Pero hay demasiados 'si' que rodean al Barça en este momento como para hacer que el trabajo sea particularmente apetitoso, especialmente para alguien que ya lleva dos años y medio en el cargo. Xavi está inquieto, incómodo y parece estar haciendo todo lo posible para demostrar que no tiene intención de quedarse.

Puede que la leyenda del club esté enamorada del equipo en el que solía jugar, pero necesita un descanso. Quizás sea mejor para todos si el Barça finalmente lo admite ante sí mismo.