Santiago Giménez estaba realmente preparado: un gol y una asistencia en 76 minutos, el Milan ha encontrado el delantero que buscaba

Gimenez ha sido convocado dos veces por Sergio Conceição desde que se convirtió en jugador del Milan. En dos ocasiones ha partido desde el banco. En dos ocasiones ha entrado al juego en el segundo tiempo. Y en dos ocasiones, de una forma u otra, ha dejado su huella.

Perfecta la asistencia filtrante para João Felix, que el miércoles cerró el marcador contra la Roma. Y estupendo el disparo de zurda con efecto bajo el ángulo que, en práctica, acabó definitivamente con la resistencia del Empoli tras la ventaja del Milan por parte de Leão. Todo esto en un total de 76 minutos excluyendo el tiempo extra: 31 contra los giallorossi, 45 contra los toscanos. Un gran impacto.

A todo esto se debería añadir también otra asistencia contra la Roma, esta vez para el casi homónimo Jimenez, con el marcador de 2-1. Solo que el gol del español en esa ocasión fue anulado por fuera de juego.

Conceição observa desde el banco, grita en homenaje a una manera "contiana" de vivir los partidos y disfruta del impacto de los nuevos: de Gimenez, pero también de Kyle Walker y de João Felix.

“Santiago es un jugador de calidad, lo seguía desde que estaba en el Porto - dijo el técnico portugués a DAZN después del partido - Logramos traerlo aquí, al igual que a João Felix y Walker: son futbolistas que tienen calidad y ofrecen más soluciones al equipo. Un colectivo funciona cuando los futbolistas están dispuestos a sacrificarse un poco y salir de su zona de confort y trabajar para un propósito más grande, que es seguir al equipo y hacer que el colectivo sea más fuerte. Estos detalles llevan a los jugadores a un nivel superior”.

La razón por la cual el Milan decidió no esperar, apostando de inmediato por Gimenez y llegando a un acuerdo con el Feyenoord, es bien conocida por todos: las dificultades ofensivas de los rossoneri y de los dos delanteros centro fichados en verano, es decir, Álvaro Morata y Tammy Abraham.

Morata ya se ha ido: ha tomado el camino que lo llevó al Galatasaray. Abraham venía de anotar un doblete contra su ex equipo, la Roma, jugó desde el inicio en Empoli, pero le costó. Gimenez tomó su lugar y no decepcionó.

Entre ambos, Morata y Abraham anotaron 14 goles en todas las competiciones en la primera parte de la temporada: 6 el español y 8 el inglés. Para hacer una comparación: el máximo goleador Retegui ha conseguido 20 solo contando únicamente el campeonato. Se necesitaba un cambio. ¿Y quién mejor que un delantero que anotó 16 veces en 19 partidos con el Feyenoord para hacerlo realidad?

Y ahora, el desafío de los desafíos. Para el Milan, que enfrentará al Feyenoord con el objetivo de preparar una clasificación a los octavos de final de la Champions League para asegurarla luego en San Siro. Y para Giménez, que se reencontrará con esos compañeros con los que, hasta hace pocos días, compartía el vestuario.

Es fácil imaginar que el miércoles en el De Kuip Giménez comenzará desde el inicio: es solo cuestión de tiempo, especialmente después de lo visto en Empoli. Las jerarquías futuras, a la espera de confirmaciones en el campo, están claras: Santi pronto se convertirá en el titular, Abraham en su inmediata reserva, sin olvidar al joven Camarda, que no fue al Monza para que aprenda los trucos del oficio de los más experimentados.

Giménez, por lo demás, ha demostrado estar "listísimo" también para esto: para ser el titular del Milan unos diez días después de haber sido comprado. Con gran resignación del Feyenoord, que el miércoles habría deseado tanto tenerlo de su lado.