Guillermo Ochoa es una de las figuras más emblemáticas en la historia del fútbol mexicano. Desde su debut en el América hasta sus heroicas actuaciones en los Mundiales, ha sido sinónimo de seguridad bajo los tres postes para la Selección mexicana. A lo largo de cinco Copas del Mundo (2006-2022), Ochoa ha demostrado su valía en escenarios de máxima presión, convirtiéndose en un verdadero referente del Tricolor. Con el Mundial 2026 acercándose y la particularidad de que se celebre en suelo mexicano, surge una pregunta inevitable: ¿debería Ochoa disputar su sexta Copa del Mundo?
La idea de ver nuevamente a Ochoa en el torneo más importante del fútbol divide opiniones. Mientras que algunos ven en su experiencia y liderazgo una ventaja insustituible para el equipo, otros creen que su presencia podría frenar el crecimiento de los nuevos talentos en la portería. Esta discusión va más allá de su rendimiento actual, e involucra la evolución natural de la Selección, la necesidad de un relevo generacional y el peso que tiene la figura de Ochoa en el combinado nacional. En este análisis, exploraremos los pros y contras de su posible participación en el Mundial de Norteamérica 2026.