Hay una excepción destacada y notable a los clubes que explotan financieramente el espacio en sus camisetas. De 2006 a 2011, el Barcelona lució el logo de UNICEF en sus camisetas, un movimiento ampliamente elogiado como una poderosa declaración de responsabilidad social. Sin embargo, esto no fue un acuerdo de patrocinio tradicional. Barcelona en realidad pagó a UNICEF una suma sustancial cada año para mostrar el logo, en lugar de al revés. Fue una iniciativa innovadora que demostró el potencial del fútbol para promover causas sociales positivas.
Aunque el acuerdo con UNICEF fue posteriormente reemplazado por un patrocinio pagado de Qatar Foundation, la asociación Barcelona-UNICEF sigue siendo un momento significativo en la historia del fútbol. Irónicamente, el Barcelona no tenía patrocinador en sus camisetas durante muchos años antes de su acuerdo con UNICEF, por lo que en algunos aspectos una camiseta sin patrocinador también es parte de la tradición del club.
Los números hablaban por sí mismos. En 2005, sin patrocinadores, el Barcelona vendió 900,000 camisetas. Con UNICEF estampado en el pecho, las ventas de camisetas crecieron a 1.1 millones. Con Qatar Airways, alcanzaron 1.2 millones. Esto ilustra el impacto que una asociación significativa o innovadora puede tener en el compromiso de los fanáticos y las ventas de mercadería.
Mientras que los patrocinios tradicionales están impulsados por el beneficio comercial, las colaboraciones con organizaciones benéficas pueden resonar con los fanáticos a un nivel más profundo. Entonces, aunque puede que nunca veas "Visita Ruanda" o "Paddy Power" estampado en el pecho de Harry Kane durante un partido de la Copa del Mundo, recuerda que la ausencia de patrocinadores es una decisión deliberada, impulsada por el deseo de la FIFA de proteger sus propios intereses comerciales.
Si eso es algo bueno para el juego en su conjunto es un debate que probablemente continuará durante años. Pero no apuestes a verlo cambiar en el corto plazo.