Es imposible moderar cualquier tipo de expectativa cuando un jugador del calibre de Neymar regresa al fútbol brasileño. El largo período alejado de los campos, por lesión, tiene que ser tenido en cuenta. Fue más de un año sin poder jugar regularmente en su fugaz paso por Arabia Saudita.
Pero aún estamos hablando de un talento generacional, el mayor de su época. Basta pensar que Neymar es el mayor craque revelado por el Santo desde... sí... desde Pelé. Y mira que la fábrica de Vila Belmiro es de las más conocidas del mundo por sus promociones.
Un crack de este tamaño no llega solo para destellos y acciones de marketing. Incluso si inicialmente el acuerdo para vestir la camiseta del Peixe sea, inicialmente, por solo seis meses.

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