Antes de sus problemas con la ley, Promes, de 32 años, supo tener una destacada carrera. Surgido de la cantera del FC Twente, a los 22 años debutó en la Selección neerlandesa, con la que llegó a disputar 50 partidos, incluidas participaciones en la Eurocopa 2016 y el Mundial 2018.
Los mayores éxitos de su trayectoria llegaron en Spartak de Moscú, donde fichó por primera vez a mediados de 2014. Tras marcar 58 goles en cuatro temporadas, en el verano de 2018 el Sevilla le pagó algo más de 20 millones de euros a los rusos para quedarse con sus servicios y le firmó la cláusula de rescisión más alta de la historia del club: 150 millones.
Sin embargo, el paso de Promes por Nervión no estuvo a la altura de las expectativas y luego de cumplir tan sólo uno de los cinco años que estipulaba su contrato, fue transferido al Ajax por unos cinco millones menos de lo que el club andaluz lo había pagado.
Justamente durante su primera temporada en el gigante neerlandés ocurrieron los hechos por los que ahora fue condenado y que generaron que a comienzos de 2021 fuera traspasado casi de urgencia nuevamente hacia el Spartak, donde lleva ya tres años.