Reflexionando sobre el incidente de apuñalamiento, Yamal dijo: "Estaba en el coche con mi primo, Moha. Tenía CarPlay encendido, que conecta tu teléfono a los altavoces, y mi primo, que estaba en Marruecos, me llamó. Y me preguntó: '¿Estás solo?' Y empezó a contarme sobre ello, y también llegaron más llamadas. En ese momento, yo era un niño de 16 años.
"Lo primero que hice fue salir del coche e intentar ir a la estación de tren hacia Mataró. Imagina ser un niño y escuchar que tu padre había sido apuñalado. Intenté subirme al tren, pero mi primo no me dejaba. Le dije que me llevara a Mataró o nunca volvería a hablar con él, pero no me dejaron. Me encerraron en la casa e intenté salir.
"Fue un momento difícil, y al día siguiente tenía entrenamiento. Luego mi papá llamó y me dijo que estaba bien y que me tranquilizara. Fui a verle al hospital al día siguiente, y todo se calmó”, explica.
"Veo a mi padre y abuela relajándose en sus casas. Es todo lo que un niño podría desear."