"Cuando pasas siete años en un club, simplemente hay que disfrutar de todos los momentos que se viven junto a la gente que forma parte y con la afición. Están los trofeos, los goles, pero al final no lo es todo. Lo más importante son las relaciones que construyes con la gente, eso es lo que no se olvida en la vida. Para mí, como francés, fue especial ser parte de París. Sólo quiero agradecer a toda la gente que trabajan ahí, fue una oportunidad fantástica para mí y si hoy estoy compitiendo por un premio como este (Global Soccer Awards) es gracias a ellos, y por eso les estoy agradecido".