Siempre tendrán Estambul. Eso fue lo único positivo que decir después de que las esperanzas de la Champions League del Manchester City fueran demolidas por el Real Madrid y un insaciable Kylian Mbappe. El equipo de Pep Guardiola no solo fue superado por los 15 veces ganadores, fueron abrumados por ellos, tanto física como mentalmente. Ver al Madrid ganar fácilmente 3-1 en la noche, y un enfático 6-3 en el global, hacía fácil olvidar que estos dos equipos solo pudieron ser separados por una tanda de penaltis cuando se encontraron en los cuartos de final del año pasado.
La increíble victoria 4-0 del City sobre el Madrid en el partido de vuelta de la semifinal de 2023 en el Etihad Stadium se sentía como si hubiera sido hace mucho tiempo, y el miércoles en la capital española, había muy pocas señales del equipo que había reservado enfáticamente su boleto para la final de Estambul y que fue a ganar la primera Copa de Europa del club en Turquía. Solo cinco jugadores que comenzaron la final contra el Inter empezaron el partido de vuelta del play-off, y muy pronto fueron cuatro cuando John Stones se lesionó en el minuto ocho.
Erling Haaland no jugó por una lesión y Kevin De Bruyne ni siquiera fue llamado desde el banco, la señal más clara de todas de que el equipo que conquistó todo antes que ellos y se convirtió en solo el segundo equipo inglés en ganar el triplete ha quedado en el pasado. Guardiola había dicho el sábado que el City tenía un uno por ciento de posibilidad de revertir el déficit de 3-2 del primer partido, y aunque retractó ese comentario en la conferencia de prensa previa al partido, resulta que tenía razón desde el principio.
Su equipo, en su forma actual, simplemente no es rival para el Madrid. El catalán, acostumbrado a ganar, está comprometido a largo plazo tras firmar un nuevo contrato de dos años con el City, pero según esta evidencia necesitará firmar otro acuerdo de duración similar al del contrato de una década de Haaland si alguna vez quiere ver a su equipo ganar la Liga de Campeones nuevamente. La magnitud de la reconstrucción que enfrenta Guardiola quedó al descubierto mientras el ataque de cuatro cabezas del Madrid, compuesto por Mbappé, Vinicius Jr, Rodrygo y Jude Bellingham, se deleitaba con su nueva presa, condenando al City a su salida más temprana de la Liga de Campeones desde 2012.
Guardiola y sus colegas comenzaron la reconstrucción del equipo invirtiendo £180 millones ($226 millones) en cuatro nuevos jugadores en enero, pero se necesitará mucha más inversión y mucho más tiempo para rearmar un equipo que pueda siquiera acercarse a alcanzar las alturas de hace solo dos años.
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