La llegada de figuras como James Rodríguez y Sergio Ramos a la Liga MX ha sacudido el panorama del fútbol mexicano, elevando el nivel competitivo y el prestigio del torneo. Durante años, la Major League Soccer (MLS) ha sido vista como un destino atractivo para jugadores en los últimos años de su carrera, con grandes nombres que han aportado jerarquía a la liga estadounidense. Sin embargo, la MLS ha evolucionado, logrando competir de tú a tú en el ámbito internacional, como lo demostró el Seattle Sounders al conquistar la Concacaf Champions Cup en 2022, rompiendo la hegemonía mexicana en la región. Ahora, con la llegada de estrellas de calibre mundial a México, el debate sobre qué liga es más fuerte se aviva más que nunca.
Tanto Rodríguez como Ramos no solo buscan brillar en la Liga MX, sino que ven en el Mundial de Clubes una vitrina para demostrar su calidad con León y Monterrey, respectivamente. La competencia en el fútbol de Norteamérica ha crecido exponencialmente, y con la Copa del Mundo de 2026 organizándose en México, Estados Unidos y Canadá, el interés por la región es cada vez mayor. Este escenario convierte a la Liga MX en una plataforma ideal para que estos jugadores continúen compitiendo en un alto nivel y mantengan el foco mediático sobre su desempeño.
Mientras tanto, la MLS no se ha quedado atrás y sigue sumando grandes figuras a su torneo. En la actualidad, Lionel Messi, Luis Suárez, Sergio Busquets y Jordi Alba han armado un equipo de ensueño en Inter Miami, generando un impacto global sin precedentes para la liga. A lo largo de los años, la MLS también ha sido el destino de otras leyendas como Thierry Henry, Kaká, David Villa, Zlatan Ibrahimovic y Wayne Rooney, quienes elevaron el nivel y la visibilidad del torneo. Esta tendencia ha convertido a la liga estadounidense en un atractivo destino para jugadores de élite, consolidándola como un competidor directo de la Liga MX en la región.
Además de los grandes sueldos que se pagan en México, la llegada de figuras de renombre también se debe a las recomendaciones de jugadores que han dejado huella en el país. André-Pierre Gignac es el mejor ejemplo de ello: aterrizó en Tigres en 2015 y con el tiempo se convirtió en un referente del club y de la Liga MX en general. Su éxito ha sido un mensaje claro para otros futbolistas de élite que buscan seguir compitiendo con exigencia y al mismo tiempo disfrutar de la pasión con la que se vive el fútbol en México. La presencia de James y Ramos confirma que la liga sigue siendo un destino atractivo para figuras internacionales, consolidando su estatus como una de las más importantes del continente.

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