Lamine Yamal se perfila como el mejor del mundo y candidato al Balón de Oro 2025

Comencemos con los números: Dembélé registró 46 contribuciones de gol para el PSG en la temporada 2024-25, siete más que las de Yamal en el Barça. Por cada 90 minutos, el francés tuvo una tasa de conversión de tiros del 17,4% frente al 8,1% de Yamal, creó más oportunidades (3 frente a 1,8) y realizó más toques en el área rival (9,2 frente a 7,5).

A simple vista, las estadísticas sugieren que Dembélé fue más efectivo, pero el contexto es clave. Yamal disputó 4,548 minutos en todas las competiciones, considerablemente más que los 3,286 de Dembélé. La mayoría de esos minutos fueron en LaLiga, una división mucho más competitiva que la Ligue 1. Esto se refleja en que el Barcelona solo terminó cuatro puntos por delante del Real Madrid, mientras que el PSG superó al Marsella por 19 puntos, asegurando el título con seis jornadas de antelación, algo que no suele suceder en una de las cinco grandes ligas europeas.

La Copa del Rey también es varios niveles superior a su equivalente francesa. Para conquistar el trofeo, el Barça debió superar a Real Betis, Valencia, Atlético de Madrid y Real Madrid, mientras que el PSG derrotó a equipos de ligas inferiores como Le Mans, Stade Briochin y Dunkerque antes de vencer al Reims, próximo a descender, en la final de la Coupe de France.

Las hazañas de Dembélé en la Champions League son, por ello, el principal argumento de su candidatura al Balón de Oro. Marcó ocho goles y repartió seis asistencias en 15 partidos, llevándose el premio al Jugador del Torneo. Sin embargo, técnicamente no superó a Yamal, quien anotó nueve goles y dio 13 asistencias en dos encuentros menos, y podría decirse que fue injustamente penalizado por la eliminación del Barcelona en semifinales ante el Inter.

Según Opta, Yamal también registró una mayor tasa de éxito en regates que Dembélé (53,5% frente a 44,4%) y ganó más duelos por cada 90 minutos (8 frente a 3,5). Esto demuestra que Yamal no solo fue superior en los enfrentamientos uno a uno, sino que también aportó más sin balón, desmintiendo el mito de que Dembélé fue el presionador más dominante de la temporada pasada.

La consistencia a lo largo de toda la campaña también es un factor clave. Yamal mantuvo un nivel increíblemente alto durante todo el año, mientras que Dembélé realmente no destacó hasta diciembre e incluso fue apartado del equipo de Luis Enrique para el choque de fase de grupos de la Champions League contra el Arsenal, supuestamente por falta de compromiso en los entrenamientos.

Como si esto no fuera suficiente, Dembélé tampoco brilló a nivel internacional. El francés de 28 años solo anotó dos goles en siete partidos con Francia entre septiembre y junio, mientras que Yamal logró tres tantos y una asistencia en el mismo número de encuentros para España.

Decisivamente, fue Yamal quien brilló en su ‘play-off del Balón de Oro’ durante las semifinales de la Liga de Naciones, anotando un doblete en la emocionante victoria por 5-4 de España contra Francia tras la prórroga, mientras que Dembélé no consiguió marcar pese a varias oportunidades claras.

“Hoy, Lamine hizo una declaración. Demostró que es el mejor del mundo y merece el Balón de Oro”, afirmó el entrenador de España, Luis de la Fuente, tras la actuación de Yamal como Jugador del Partido contra Francia. En realidad, esa fue solo una de muchas actuaciones impactantes que el joven desplegó en los partidos más importantes de la temporada pasada.

El Real Madrid sufrió especialmente al enfrentarlo a finales de mayo. El notable graduado de La Masia anotó en ambas victorias del Barça sobre sus eternos rivales en La Liga, así como en el triunfo en el Clásico de la Supercopa de España. Además, produjo dos asistencias contra Los Blancos en la final de la Copa del Rey, aunque el equipo de Flick se impuso 3-2 tras la prórroga.

Yamal también encontró el gol frente a clubes del top-6 como Atlético, Athletic Club y Villarreal, mientras que en la Champions League marcó en cada una de las rondas eliminatorias. Mientras que muchos jóvenes se congelan en los escenarios más grandes, Yamal parece florecer bajo la presión.

“Obviamente sé que estoy jugando para el Barça y sé la importancia de eso, pero no pienso en la presión”, declaró Yamal a ESPN en abril. “Juego, me divierto… y eso es todo.”

Esa diversión se hizo evidente en la victoria 3-1 del Barça sobre Benfica en el partido de vuelta de octavos de final. Yamal proporcionó el momento mágico que rompió el empate a los 10 minutos, burlando a dos defensores con un exquisito regate antes de asistir a Raphinha para el gol.

Benfica respondió con un rápido empate, pero Yamal volvió a aparecer: desde la línea de fondo lanzó un sublime disparo curvado que se acomodó en la esquina lejana de la portería. Convertir un tiro tan preciso en pleno partido, algo que la mayoría solo intentaría en entrenamiento, es precisamente el tipo de audacia que convierte a Yamal en un jugador extraordinario.

Ese remate extraordinario contra el Benfica habría merecido ganar el Gol del Torneo, pero Yamal logró superarse a sí mismo en las semifinales de la Champions League contra el Inter en el Camp Nou. El Barça cayó 2-0 en los primeros 21 minutos en el Estadi Olímpic Lluís Companys y necesitaba un impulso desesperado para volver al juego, que Yamal proporcionó en su partido número 100 con el club.

Tras esquivar un desafío de Marcus Thuram por la banda derecha, Yamal dejó atrás a Henrikh Mkhitaryan y entró en el área como un bailarín. Rodeado de defensores, logró disparar sin perder el ritmo y enviar el balón al poste, superando al portero completamente indefenso, Yan Sommer.

Con ese gol, Yamal se convirtió en el jugador más joven en marcar en unas semifinales de Champions League con 17 años y 291 días, rompiendo el récord previo de Kylian Mbappé en el Mónaco. No hubo protestas en la defensa del Inter, solo caras atónitas preguntándose qué acababa de suceder.

Esa sensación se mantuvo durante los siguientes 65 minutos. Yamal no anotó más, pero fue una amenaza constante: prácticamente cada ataque del Barça pasaba por él. Tuvo más disparos que nadie (seis), completó más regates (seis) y 17 de sus 102 toques ocurrieron dentro del área rival, el segundo máximo en unas semifinales de Champions League, solo detrás de Franck Ribery con el Bayern contra el Real Madrid en 2015. El Barça finalmente logró un empate 3-3, y el técnico del Inter, Simone Inzaghi, expresó su alivio tras la clase magistral de Yamal.

“No he visto un jugador como Yamal en los últimos ocho o nueve años”, dijo Inzaghi a Amazon Prime. “Es un fenómeno. Tuvimos que triplicarlo y, aun así, se abrieron espacios en otros lugares.”

Mientras tanto, el excentrocampista del Manchester United y Bayern, Owen Hargreaves, describió a Yamal como un “código de trucos” en el estudio de TNT Sports, agregando: “Solo quiero ver a Lamine Yamal recibir el balón y que todos los demás se aparten del camino.”

El “código de trampa” de Yamal no fue suficiente en el partido de vuelta, ya que el Inter se impuso 4-3 tras la prórroga. El Barça dominó ambos encuentros, pero sin el lesionado Robert Lewandowski, limitado a una breve aparición en San Siro después de perderse el partido de casa, no fue lo suficientemente clínico, y el Inter explotó sin piedad las debilidades defensivas del equipo.

Yamal no merecía estar en el lado perdedor. Incluso marcado con más intensidad en Milán, acumuló nueve tiros, 14 regates exitosos y 11 centros, lo que llevó al defensor del Inter, Alessandro Bastoni, a dedicarle un mensaje especial tras el partido:

“Respeto a nuestros oponentes: mostraron una fuerza y corazón increíbles. Y una mención especial a un chico terriblemente bueno: Lamine Yamal, eres un monstruo.”

Ese elogio encapsula perfectamente el sentimiento tanto de expertos como de aficionados. Zinedine Zidane también se sumó a la admiración, afirmando: “Nunca he visto algo así en mi vida. Es impresionante ver a alguien con tal dominio de su habilidad en el campo. Es fabuloso de observar.”

Es extremadamente raro escuchar elogios tan altos del icono del Real Madrid, y mucho menos para un jugador del Barcelona. Yamal despierta emociones intensas en todos los que lo ven jugar. Exige atención completa cada vez que toma el balón y a menudo deja al espectador con una sonrisa de asombro o moviendo la cabeza por incredulidad ante lo que hace. Por ello, el Barcelona le otorgó un nuevo contrato de seis años tras cumplir 18, convirtiéndolo en el jugador mejor pagado del club, y por eso mismo debería ser reconocido oficialmente por France Football como el mejor jugador del planeta.

Según los coorganizadores de la UEFA, los tres criterios principales para otorgar el Balón de Oro son: “las actuaciones individuales, un carácter decisivo e impresionante” como primero, seguido de “las actuaciones y logros del equipo” y, finalmente, “la clase y el juego limpio”. Si estos criterios están en orden de importancia, Yamal debería ser el ganador del premio en 2025.

Dembélé, junto a sus compañeros del PSG Vitinha y Achraf Hakimi, serían candidatos merecedores, al igual que Raphinha en el Barça o el talismán del Liverpool, Mohamed Salah. Sin embargo, ninguno mostró más clase o carácter individual que Yamal. El Balón de Oro debería basarse principalmente en la prueba visual, y Yamal elevó esa medida de excelencia a niveles extraordinarios.

En palabras del excentrocampista del Barcelona Emmanuel Petit, Yamal “dribla a los jugadores como si fuera la PlayStation y hace que los defensores parezcan conos”, exactamente lo que Messi hacía en su apogeo. Petit incluso sugirió que Yamal “podría llegar a ser incluso mejor que Messi”, y aunque eso sea debatible, el delantero adolescente ya merece ser mencionado en la misma frase que el considerado por muchos como el mejor de todos los tiempos.

Yamal fue, sencillamente, extraordinario la temporada pasada, y la idea de que pierda su primer Balón de Oro solo porque el Barça no avanzó más en la Champions League no parece justa. No habrá un boicot al estilo del Madrid tras la derrota de Vinicius Jr en 2024 ante Rodri si Yamal no gana, pero reconocer la brillantez de este nuevo genio intrépido de los blaugranas devolvería gran credibilidad al premio.