Hansi Flick confía en Iñaki Peña. A sus 25 años, el canterano inició su tercera temporada como segundo portero del FC Barcelona y decidió permanecer en el club a pesar de que tuvo ofertas para salir en el verano, en una actitud que el entrenador ha valorado. Por eso, con Marc-André Ter Stegen lesionado de gravedad y, probablemente, fuera de lo que resta de la temporada, el alemán ha decidido dejar la portería blaugrana en manos del alicantino.
Sin embargo, el propio Flick ha dado luz verde a Deco para que cierre el fichaje de Wojciech Szczesny, que sale del retiro apenas un mes después de colgar los guantes para vestir la elástica barcelonista. Aunque pueda parecerlo, no se trata de una contradicción: la llegada del polaco no es un mensaje para Peña, sino una búsqueda por sumar experiencia en un puesto más que sensible.
Con Ter Stegen fuera de escena, las únicas alternativas que quedaban en la plantilla para la portería eran los guardametas del filial, Ander Astralaga y Diego Kochen, de 20 y 18 años respectivamente y sin ningún minuto sumado con el primer equipo. El segundo, que está muy bien considerado dentro de La Masia, además está lesionado y tendrá para al menos un mes más de recuperación.
En este contexto, el fichaje de un portero con más de 250 partidos disputados en la Serie A, 68 encuentros jugados en la Champions League y dos Mundiales y cuatro Eurocopas sobre sus espaldas sólo puede ser positivo para el Barcelona. ¿O no?