Un movimiento parecía inminente justo antes de que se cerrara la ventana de transferencias, solo para que el problema de los documentos cambiara la situación. Ahora, la negativa de la FIFA a conceder una excepción significa que no jugará para el Athletic hasta enero como muy pronto. El club vasco está considerando tomar acciones legales a través del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), aunque anular tales decisiones es notoriamente difícil.
Este caso guarda paralelismos con el infame colapso de la transferencia de David de Gea del Manchester United al Real Madrid en 2015, cuando la documentación no llegó antes de la fecha límite. Como en ese caso, el jugador se encuentra en un limbo, comprometido con un movimiento que técnicamente no existe.