Ganadores y perdedores de la segunda jornada de la Premier League 2025-26: ¿Se le escapa al City la reconstrucción de Guardiola? Jack Grealish brilla en Everton mientras Aston Villa reemplaza al West Ham como club en crisis

En algún lugar de un universo paralelo, Andoni Iraola estaría dirigiendo sus primeros partidos al frente del Tottenham. El técnico del Bournemouth fue uno de los principales nombres vinculados al puesto tras la salida de Ange Postecoglou, pero los Spurs optaron por Thomas Frank, eligiendo un enfoque más cauteloso tras la etapa de “Es simplemente quiénes somos, amigo”.

Frank, por supuesto, había comenzado con buen pie su etapa en el Tottenham, casi venciendo al Paris Saint-Germain en la Supercopa de la UEFA y ganando sus dos primeros partidos de Premier League, el segundo de ellos en el Etihad Stadium de manera muy convincente. Sin embargo, el sábado volvió a la realidad cuando Iraola dirigió una de las victorias 1-0 más unilaterales en la historia reciente de la Premier League.

Aunque el gol de Evanilson en el quinto minuto necesitó una desviación para entrar, reflejó justamente lo que los Cherries merecían tras una actuación absolutamente dominante como visitantes. Bournemouth realizó 20 disparos frente a cinco de los Spurs, que ni siquiera lograron un córner en un día de humillación para Frank y sus jugadores.

Cabe recordar que Iraola dirige un equipo que perdió a su portero, tres de sus cuatro defensores titulares y a un delantero clave, Dango Ouattara, durante el mercado de verano. Aun así, Bournemouth está a solo dos goles del Liverpool tras mantener el invicto al inicio de la temporada. El español es, sin duda, uno de los entrenadores jóvenes más prometedores del fútbol europeo, y seguramente será cuestión de tiempo antes de que dé el salto para dirigir un club de nivel Champions League.

Quince días pueden cambiar mucho en el fútbol. Hace dos semanas, el Manchester City parecía ‘de regreso’ tras una impresionante victoria en la primera jornada contra el Wolverhampton. Ahora, sin embargo, se encuentran en la mitad inferior de la tabla tras dos derrotas consecutivas, ya a seis puntos del ritmo en la carrera por el título.

Si la derrota contra el Tottenham fue una advertencia, el colapso del domingo en Brighton debería encender todas las alarmas en el Etihad. El equipo de Pep Guardiola dominó la primera hora en el Estadio Amex y parecía encaminado hacia la victoria después de que Erling Haaland abriera el marcador. Sin embargo, la forma en que no supieron adaptarse a la sustitución cuádruple de Fabian Hurzeler en la segunda mitad fue reveladora.

Todas las debilidades del City de la temporada pasada resurgieron cuando fueron desmantelados sistemáticamente por las Gaviotas, culminando con la definición experta de Brajan Gruda en el minuto 89. Ni siquiera el regreso de Rodri, tras casi un año de ausencia, pudo solucionar los problemas de Guardiola, y el mediocampista ganador del Balón de Oro destacó los “errores de niños” cometidos por sus compañeros en los minutos finales.

Se espera que Gianluigi Donnarumma se una al equipo en el último día del mercado, ayudando a reducir los goles encajados, pero la reconstrucción en el campo aún está lejos de completarse. Guardiola tendrá quince días para corregir el rumbo antes del derbi de Manchester tras el parón internacional.

Como si la situación de Guardiola no fuera lo suficientemente complicada, un jugador cuya creatividad muchos creen que el catalán limitó durante su etapa en el City parece haber redescubierto nueva vitalidad tras su salida.

Jack Grealish firmó cuatro asistencias en sus dos primeros partidos como titular cedido al Everton, destacando en la victoria del sábado sobre el Wolves con una actuación que recordó al genio creativo que mostró rutinariamente en el Aston Villa, su club de infancia. Bajo la dirección de David Moyes, que le ha dado libertad para expresarse, la audacia y la capacidad de riesgo de Grealish han regresado a su juego, inspirando al Everton a lograr victorias consecutivas.

Durante su tiempo en el City, el jugador de 29 años fue conocido como 'la estación de descanso', ya que a menudo se le pedía simplemente reciclar la posesión bajo Guardiola. No se le animaba a arriesgar, y se le confiaba principalmente mantener la pelota antes de dar un pase sencillo a un compañero. Como resultado, sus estadísticas ofensivas cayeron y su precio de £100 millones resultó difícil de justificar.

Grealish necesitaba más que nadie un traspaso este verano, y en el Everton parece haber encontrado el entorno ideal para relanzar su carrera y, quizás, demostrar que merece un lugar en la selección inglesa para el Mundial. Thomas Tuchel ha dejado la puerta abierta para su regreso a los Tres Leones, y con la forma que muestra actualmente, sería difícil argumentar en contra de que Grealish viaje al torneo este verano.

La semana pasada, Marco Silva estuvo a punto de perder la compostura tras un par de decisiones polémicas en el empate del Fulham contra el Manchester United. Por eso, su reacción a la derrota ante el Chelsea fue totalmente comprensible.

La anulación del gol de Josh King en la primera mitad en Stamford Bridge fue totalmente ridícula, y parece que la PGMOL estuvo de acuerdo, ya que destituyeron a Michael Salisbury, el VAR encargado del partido estelar del domingo en Anfield, debido a su error al considerar que Rodrigo Muniz había cometido falta sobre Trevoh Chalobah en la jugada del gol de King.

La explosión de Silva en la línea de banda fue más que justificable y seguramente desencadenó sus posteriores arrebatos cuando João Pedro anotó al final de la primera mitad y cuando se le concedió un penalti al Chelsea en la segunda. Ni la decisión de extender el tiempo añadido ni la sanción a Ryan Sessegnon por mano en su propia área fueron tan atroces como la falta de Muniz, pero ambas fueron lo suficientemente discutibles como para enfurecer a Silva, dado lo que su equipo ya ha vivido con los árbitros en la temporada 2025-26.

Por el bien de Silva, esperemos que pueda relajarse durante el receso internacional, o se corre el riesgo de que su frustración cause verdaderos estragos…

No vamos a mentir: el lunes por la mañana estábamos listos para escribir el obituario de Graham Potter en el West Ham. Los Irons habían mostrado debilidad al perder sus dos primeros partidos de liga, encajando ocho goles, y una derrota en la Carabao Cup ante el Wolves a mitad de semana terminó con el capitán Jarrod Bowen enfrentándose a un aficionado.

Claramente, nada iba bien en el London Stadium, y con un viaje a Nottingham Forest como siguiente desafío, el destino de Potter parecía sellado. Sin embargo, la contundente victoria del domingo en el City Ground le ha dado un respiro al entrenador y ha encendido la esperanza de que los Hammers finalmente disfruten de su temporada.

Aunque sus tres goles llegaron tarde contra Forest, la victoria fue merecida: el West Ham mostró mayor solidez defensiva y generó amenazas en ataque. La entrada de Crysencio Summerville desde el banco elevó el nivel ofensivo, participando en los dos primeros goles, de Bowen y Lucas Paquetá, antes de que Callum Wilson cerrara el marcador con su primer gol para el club.

Con la confianza extra tras la celebración de Paquetá, que comprometió su futuro con el club en medio de rumores de interés del Aston Villa, y con un par de fichajes pendientes antes del cierre del mercado, las cosas comienzan a verse prometedoras para Potter y el West Ham. Aunque es solo un resultado, el título de ‘club en crisis’ de la Premier League ya ha quedado atrás antes del parón internacional.

Aunque el Wolverhampton es ahora el único equipo que queda sin puntos tras tres jornadas en la Premier League, son los hermanos del West Ham con camiseta granate y azul, el Aston Villa, quienes se han convertido en el nuevo club en crisis de la división tras la vergonzosa derrota 3-0 en casa contra el Crystal Palace el domingo, dejándolos en el puesto 19 antes del receso.

El equipo de Unai Emery fue el único que no logró marcar un gol en agosto, lo que genera preocupación sobre el estancamiento en Villa Park, tras un verano en el que las Reglas de Beneficio y Sostenibilidad (PSR) limitaron al club, cuartofinalista de la Champions la temporada pasada, en sus posibilidades de reforzar la plantilla. Nada ilustró mejor esa situación que la entrada de Emiliano Buendía al inicio de la segunda mitad, como el jugador que Emery consideró con más posibilidades de cambiar el curso del partido.

Claramente, no todo va bien para los Villans. Si Emiliano Martínez abandona el equipo antes del cierre del mercado, el vestuario perderá a uno de sus líderes y voces más fuertes. Además, el portero argentino necesitará ser reemplazado antes de que cierre la ventana, y se requieren más fichajes solo para refrescar una plantilla que, en gran parte, ha permanecido intacta durante casi tres años. Si Victor Lindelof, libre de costo, es realmente la solución, aún está por verse…