¿Ha existido una destitución más inevitable tras un parón internacional que la de Ange Postecoglou en el Nottingham Forest? Probablemente no. Aun así, fue un shock que la salida del australiano se confirmara apenas 21 minutos después de la derrota por 3-0 frente al Chelsea el sábado.
Postecoglou llegó en septiembre, reemplazando al enormemente popular Nuno Espírito Santo, y pocos veían similitudes entre las filosofías futbolísticas de ambos entrenadores. Por ello, necesitaba resultados inmediatos para ganarse la confianza de aficionados y jugadores. En cambio, su mandato de 39 días terminó con seis derrotas y dos empates en todas las competiciones, dejando al Forest en zona de descenso, apenas seis meses después de haber estado entre los cuatro primeros de la Premier League.
El exentrenador del Tottenham tampoco se ayudó al insistir antes del partido en que, con tiempo, demostraría que ganaría un trofeo en su segunda temporada. Lamentablemente para 'Big Ange', el único título plausible para Forest en 2026-27 habría sido el del Championship, si hubiera permanecido al mando.
El futuro inmediato del club es una incógnita. Evangelos Marinakis ha sondeado a Sean Dyche y Roberto Mancini como posibles reemplazos, siendo Dyche el favorito. Quien asuma el cargo tendrá un desafío enorme para cumplir las ambiciones de los propietarios. Forest invirtió mucho durante el verano tras su clasificación europea, pero la plantilla inflada amenaza con complicar la situación más que ayudar: el sábado, £113 millones ($152m) en nuevas incorporaciones —James McAtee, Omari Hutchinson, Dilane Bakwa y Arnaud Kalimuendo— ni siquiera entraron al banquillo, mientras que el delantero de £36.5m ($49m), Dan Ndoye, fue suplente sin jugar. Hutchinson, fichaje récord, ni siquiera fue incluido en la plantilla de la Europa League.
Está claro que este es un club sin coherencia en su planificación, y si el sucesor de Postecoglou no logra crear unidad, el descenso podría convertirse en una seria amenaza.