Fabio Capello cree que el 'arrogante' Pep Guardiola 'arruinó' el fútbol con su brillante Barcelona y sus implacables equipos del Manchester City, pero ¿hay algo de verdad en las afirmaciones de que 'mató el juego' con el tiki-taka?

Mientras que los méritos de los logros de Guardiola con el Manchester City patrocinado por el estado han sido durante mucho tiempo discutidos por razones financieras, su equipo del Barcelona es casi universalmente considerado como uno de los mejores equipos de todos los tiempos - si no el mejor - y, como señaló el mediocampista clave Xavi, eso fue "no solo porque ganamos todo, sino por la forma en que lo hicimos".

Guardiola, como siempre ha admitido, tuvo la buena fortuna de hacerse cargo de un equipo que contaba con Carles Puyol, Xavi, Andrés Iniesta y, por supuesto, Lionel Messi, que había ganado la Liga de Campeones apenas dos años antes.

Sin embargo, su papel en la era de éxito sin precedentes del Barça simplemente no puede subestimarse. Implementó un estilo de juego que sacó lo mejor de algunos de los jugadores más talentosos de la historia.

El Barça no solo mantenía el balón brillantemente, sino que trabajaba ferozmente para recuperarlo - y fue esa mezcla de posesión y presión lo que los hizo prácticamente perfectos.

De hecho, la goleada de 5-0 al Real Madrid en el Camp Nou en 2010 fue una obra maestra deportiva, una de las demostraciones más deliciosas de fútbol total jamás vistas, pero también es, posiblemente, donde comenzó el 'problema' con Pep, ya que casi todos los entrenadores del mundo se apresuraron a replicar el 'tiki-taka'.

Patrice Evra fue testigo en primera fila de la brillantez del Barça en dos ocasiones. El lateral francés jugó para el Manchester United en ambas de sus dolorosas derrotas en la final de la Liga de Campeones ante los Blaugrana, en 2009 y 2011.

También ha tenido que soportar la frustración de ver a su antiguo club ser desplazado por el City de Guardiola como la fuerza dominante en el fútbol inglés durante la última década, así que es consciente de que sus opiniones sobre el exinternacional español están sujetas a acusaciones de parcialidad.

Sin embargo, Evra está convencido de que aunque "pienso que Guardiola es uno de los mejores entrenadores" de todos los tiempos, no obstante "mató el juego" con su estrategia de ataque repetitiva y automatizada.

"Cuando digo eso," explicó el ganador de la Liga de Campeones en Rio Ferdinand Presents, "es porque ahora tenemos robots. Todos quieren jugar como Guardiola. ¡El portero tiene que ser el número 10!

"Todos quieren jugar increíblemente, pero este tiki-taka, solo Guardiola puede hacerlo. ¿Por qué todos lo imitan? No tenemos creatividad. Ya no tenemos genios.

"Nunca verás a un jugador como Ronaldinho otra vez, porque cuando es joven, ¿sabes qué le va a decir el entrenador? 'Si no pasas el balón, te voy a poner en el banco.' Pero todo el fútbol viene de la calle."

La referencia de Evra a Ronaldinho parece intencionada, aunque debe reconocerse que el mito de que Guardiola obligó al brasileño a salir del Barcelona inmediatamente después de asumir el cargo en el verano de 2008 ha sido desmentido por ambas partes.

Definitivamente, es difícil imaginar que un jugador tan gloriosamente impredecible hubiera prosperado dentro de la estructura rígida establecida por Guardiola en el Camp Nou.

Zlatan Ibrahimovic, otro personaje anómalo en el fútbol moderno, ciertamente se sintió fuera de lugar y restringido dentro del entorno escolar del Barça - al que los graduados de La Masia como Messi ya estaban acostumbrados - y Guardiola sigue siendo acosado por afirmaciones de que no quiere trabajar con espíritus libres.

Jack Grealish es obviamente citado regularmente como un ejemplo. El extremo lacónico puede haber jugado un pequeño papel en el triunfo de la triple corona del City, pero indudablemente ha decepcionado en el Etihad y ya no parece nada como el emocionante talento que era en su antiguo club Aston Villa.

La obvia falta de profesionalismo de Grealish claramente ha contribuido a su regresión, pero Guardiola ha recibido su parte justa de culpa por supuestamente entrenar cada onza de creatividad de un individuo talentoso para el bien del grupo.

Aun así, parece terriblemente injusto atribuir la muerte del trequartista de la vieja escuela únicamente a los hombros de Guardiola.

Centrocampistas ofensivos extraordinarios como Kevin De Bruyne y Bernardo Silva han prosperado bajo el mando del técnico del City y, aunque se les puede pedir que trabajen más duro que a los números 10 del pasado, eso también es un producto de la forma en que el juego ha evolucionado en los últimos 15 años.

Como otro futbolista fantástico y favorito de Guardiola, Thiago Alcántara, dijo a The Guardian: "Ha tomado un ritmo diferente, más acelerado, más físico. La figura del número 10 casi ha desaparecido. Los futbolistas hacen más pero más rápido, por lo que vemos menos magia, menos fantasía.

"Pierdes a ese jugador que es diferente, que 'respira'; el creador de juego que era más lento no tiene la oportunidad de girar incluso si tiene una técnica sublime."

La fisicalidad y el atletismo se han convertido en productos cada vez más codiciados en los jóvenes jugadores y difícilmente se puede responsabilizar a Guardiola por ese cambio particular en la estrategia de reclutamiento, dado que su equipo del Barça no era precisamente un equipo de gigantes.

Al contrario, Messi y compañía demostraron que era posible no solo vencer a equipos más grandes y fuertes, sino también darles vueltas realizando movimientos meticulosamente ensayados, lo cual fue un desarrollo muy bienvenido para muchos aficionados al fútbol tras el "juego aburrido" ofrecido por personajes como José Mourinho y Rafa Benítez antes de que Guardiola irrumpiera en la escena.

Capello argumenta, sin embargo, que las hazañas definitorias de la era del Barca crearon demasiados clones de Guardiola, particularmente en países como Italia que tenían una cultura futbolística existente muy en desacuerdo con la de España.

"Todo el mundo pasó 10 años intentando copiarlo," dijo el exentrenador del AC Milan a El Mundo. "Arruinó el fútbol italiano, que perdió su naturaleza. Yo decía: '¡Paren, no tienen a los jugadores de Guardiola!'

"También existía la idea absurda de que jugar bien era todo lo que tenías que hacer, [lo cual fue] un desastre y también una [fuente de] aburrimiento que hizo a muchas personas huir del fútbol.

"Solo tienes que ver los momentos destacados, ¿entonces por qué vas a ver 90 minutos de pases horizontales sin lucha, sin correr?.."

Jorge Valdano, en completo contraste con Capello, es fan de Guardiola y su trabajo, pero incluso él ha reconocido que estamos en un período preocupante de homogenización que está innegablemente vinculado al tiki-taka.

"Las academias mejoran a los jugadores promedio pero perjudican a los únicos," dijo el ganador de la Copa Mundial. "Ahora todos entrenan de la misma manera. Hay un uso excesivo del fútbol de uno o dos toques, lo que elimina los engaños, los regates, y esos momentos de imprevisibilidad que hacían el fútbol tan emocionante.”

Por supuesto, cuando se trata de la calidad estética de un estilo particular de fútbol, la belleza está en gran medida en el ojo del espectador.

Hay muchos aficionados al fútbol en todo el mundo que están de acuerdo con la famosa afirmación de Annibale Frossi de que el 0-0 es el resultado perfecto y se deleitan más con una clase magistral defensiva de Jose Mourinho en el Camp Nou que con los jugadores de Pep llevando al Manchester United a un "carrusel" y mareándolos con sus pases.

Sin embargo, ciertos cambios tácticos indudablemente moldean el juego y sus jugadores, y es por eso que el legendario defensa central Giorgio Chiellini cree que lo que él llama "Guardiolismo" ha "arruinado a muchos defensores italianos".

"Ahora saben cómo establecer el tono del juego y pueden repartir el balón," reconoció el ícono de la Juventus, "pero no saben cómo marcar.

"Cuando era joven, solíamos hacer ejercicios para sentir al hombre que estabas marcando. Hoy en día, en los centros, los defensores italianos - y realmente solo puedo hablar de los defensores italianos - no marcan a su hombre.

"Es una gran pena porque estamos perdiendo un poco de nuestro ADN y algunas de esas características que nos habían hecho destacar en el mundo. Pero nunca vamos a poder jugar el tiki-taka de España porque no es parte de nuestra filosofía." Sin embargo, Guardiola no les pidió ni les forzó a adoptar la suya.

Su único objetivo cuando comenzó era ganar partidos en el Camp Nou, no influir en personas de otros países. Y no olvidemos tampoco que el propio Guardiola es un discípulo de las enseñanzas del holandés Johan Cruyff, mientras que también aprendió muchísimo del argentino Marcelo Bielsa, entre otros.

Concedido, hay preocupaciones legítimas sobre el rumbo que está tomando el juego, particularmente en términos de la disminución de la importancia de la improvisación, y Guardiola ha tenido sin duda un papel protagónico en la reciente evolución del juego.

Pero ahí radica el punto: el fútbol siempre está cambiando y cada acción produce una reacción (como el "fútbol a todo gas" de Jurgen Klopp), tarde o temprano. Hemos visto incluso amplia evidencia en el último año que sugiere que incluso el gran Guardiola podría tener que adaptarse para hacer frente a oponentes cada vez más osados y directos.

Por lo tanto, el hecho de que tantos entrenadores jóvenes de Italia, y de todo el mundo, opten por estudiar sus métodos no es su "culpa", como lo expresó Capello. De hecho, es su logro más impresionante. La imitación realmente es la forma más sincera de adulación y, para bien o para mal, pocos entrenadores han sido copiados tanto como el catalán.