"Recibe el balón, marca un gol, Andy, Andy Cole." Nadie podría discutir el cántico dedicado a uno de los delanteros más letales que haya conocido la Premier League. Cole debutó hace 32 años, pero hasta hoy se mantiene entre los cinco máximos goleadores de todos los tiempos, recientemente desplazado del cuarto al quinto lugar por Mohamed Salah.
En su primera temporada en la máxima categoría, tras llevar al Newcastle al ascenso, anotó 34 goles, récord que compartió con Alan Shearer como la mayor cantidad de tantos en una temporada durante 29 años, hasta que Erling Haaland lo superó. Las hazañas de Cole lo convirtieron en el jugador inglés más caro al fichar por el Manchester United en 1995, y tras superar algunas dificultades se consolidó como el delantero más fiable de Alex Ferguson. Sus goles ayudaron a los Red Devils a conquistar cinco títulos, incluyendo el gol decisivo que aseguró la corona en 1999, primer paso hacia el histórico triplete.
Cole no estuvo exento de críticas, entre ellas la de Glenn Hoddle, entonces entrenador de Inglaterra, quien declaró de manera algo dura: “No creo que tenga nivel internacional, necesita cinco ocasiones para marcar una.” Cole se encargó de demostrar lo contrario, marcando regularmente con Blackburn Rovers, Manchester City y Fulham, y retirándose como el segundo máximo goleador de la liga, solo detrás de Alan Shearer en aquel momento.