La semana previa a su primer partido de la Premier League contra el Manchester City, Erling Haaland se sentó con Alan Shearer y compartió un punto de vista que le hizo reflexionar: "Hay que llegar al partido con hambre. No importa lo que pasó antes, si marcaste tres goles, si marcaste cero goles, si hace tiempo que no marcas”.
Durante su increíble temporada de debut, en la que marcó 52 goles en 53 partidos, Haaland siempre mantuvo su hambre. Tanto si llevaba varios partidos sin marcar como si había marcado un hat-trick, en el siguiente partido siempre estaba motivado y listo para volver a atacar.
El jugador realizó una temporada perfecta en Inglaterra, en todos los sentidos. Guió al City al título de la Premier League, la Copa FA y, lo mejor de todo, les ayudó a ganar finalmente la Liga de Campeones, el trofeo con el que tanto soñaban. Además de ganar la Bota de Oro como máximo goleador de la Premier League, con 36 goles marcados, más que cualquier jugador en los 31 años de historia de la liga.
Y ahora ganó el premio al Jugador del Año de la PFA, un merecido reconocimiento por sus logros. GOAL rinde homenaje al noruego, que batió récords y ha sido un auténtico placer verlo, incluso para los aficionados rivales. Los defensores, por otro lado, tenían interminables pesadillas a causa de él. ¿Y las malas noticias para ellos? Él apenas está comenzando...







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