El impacto de Kylian Mbappé, las deficiencias defensivas del Real Madrid y seis razones por las que el 'mejor equipo de Europa' terminó la temporada sin trofeos importantes

Cuando el Madrid finalmente confirmó el fichaje de Mbappé después de años intentando sacarlo del Paris Saint-Germain, se hicieron dos predicciones por la mayoría de los aficionados y expertos: que Mbappé marcaría muchos goles para los gigantes españoles, pero que su fichaje podría tener un impacto negativo en otros. Ambos se han desarrollado como muchos esperaban.

Mbappé ha marcado goles - más que cualquier otro jugador del Madrid haya hecho en su temporada de debut para el club, de hecho. Su gol en la victoria del miércoles sobre el Mallorca fue el número 39 en todas las competiciones, y pocos apostarían en su contra para superar la marca de 40 en los dos últimos partidos de la campaña. Pero esos goles han tenido un precio innegable.

Gíralo como quieras, pero Vinicius Jr y Mbappé se sienten más cómodos jugando en la misma posición en la banda izquierda. Algunos señalaron las actuaciones de Mbappé en una formación de dos delanteros para Francia, o mencionaron el hecho de que Vinicius jugó en la derecha cuando el Madrid venció al Manchester City en la Liga de Campeones de la temporada pasada como razones por las que la pareja podría ser compatible, pero está claro que estaban agarrándose a un clavo ardiendo.

El plan era que Mbappé jugara como un No.9, con Vinicius y Rodrygo a cada lado de él mientras Jude Bellingham regresaba a un rol más tradicional en el mediocampo después de prosperar como falso nueve durante su propia temporada de debut en el Bernabéu. Y aunque Mbappé ha encontrado una forma de hacerlo funcionar para él mismo, la estructura ofensiva general no ha estado funcionando. Ha continuado desplazándose al lado izquierdo en ocasiones, mientras que no hace las carreras instintivas ni ofrece el juego de retención de un delantero central más tradicional.

El propio total de goles en la Liga de Bellingham ha caído de 19 la temporada pasada a solo ocho en esta - y siete de esos se produjeron entre noviembre y la primera semana de enero. Rodrygo, mientras tanto, ha parecido una pálida imitación de sí mismo dado cuánto juego del Madrid ha pasado por su lado izquierdo, y por eso ha sido sentado en el banquillo para una serie de partidos clave al final de la temporada.

Defensivamente, por otro lado, la renuencia de Mbappé a trabajar duro sin el balón ha comenzado a afectar a algunos de sus compañeros de equipo de alto perfil. Como tal, carecen de coherencia cuando tienen el balón y se encuentran superados numéricamente sin él. Mbappé puede haber cumplido con la parte de marcar goles del acuerdo, pero muchos de los otros problemas del Madrid están enraizados en su introducción al equipo.

Sin embargo, nadie se ha visto afectado tan negativamente por la llegada de Mbappé como Vinicius. Sus estadísticas generales de participación en goles no han disminuido notablemente: tiene 36 goles y asistencias combinadas en todas las competiciones esta temporada en comparación con 37 en 2023-24, pero no hay duda de que Vini no es ni de lejos tan decisivo como ha demostrado ser en los últimos años.

El hecho de que Mbappé limite el espacio en el que Vinicius puede operar ciertamente ha causado algunos de los problemas del brasileño, y uno de los mayores retos de Alonso cuando llegue de Bayer Leverkusen será averiguar cómo sacar lo mejor de sus dos atacantes estrella. Pero el excentrocampista del Madrid convertido en entrenador también necesita encontrar una manera de sacar a Vinicius de su depresión post-Balón de Oro.

El berrinche público del extremo por no ganar el Balón de Oro 2024 divirtió a muchos, pero la mayoría esperaba que Vinicius cumpliera con su palabra cuando se defendió de su desaire afirmando que los aficionados "no estaban listos" para su respuesta en el campo. Esa sensación ciertamente creció después de que marcó su primer partido de liga tras la ceremonia en París con un hat-trick para vencer a Osasuna, pero como resultó, ese fue el punto culminante de la campaña de Vinicius.

Ha marcado solo tres goles en La Liga desde que anotó ese triplete el 9 de noviembre, mientras que la mayoría de sus goles en la Liga de Campeones desde diciembre en adelante han sido inconsecuentes para el resultado final. Si acaso, Vinicius parece estar esforzándose demasiado para demostrarse ante el mundo, ya que todo en su juego ha sido forzado, desesperado e incluso imprudente en ocasiones.

Ancelotti, mientras tanto, se ha vuelto cada vez más frustrado con el ex prodigio del Flamengo, y se le ha visto implorando a Vinicius que defienda y regañándolo cuando no regresa a defender. Los rumores de un posible traslado a Arabia Saudita parecen desvanecerse por ahora, pero no hay duda de que el Madrid necesita que Vinicius recupere su mejor nivel si quieren volver a lo más alto.

Un elemento del declive del Madrid por el que no se puede culpar a Mbappé es el de los problemas de lesiones que se han acumulado a lo largo de la campaña. Todos los equipos de fútbol del mundo tienen que lidiar con problemas de condición física a lo largo de una temporada cada vez más ocupada, pero Los Blancos han sido golpeados más que la mayoría por ausencias forzadas por lesiones en 2024-25.

Para mediados de noviembre, Ancelotti había perdido todo el lado derecho de su defensa preferida después de que Dani Carvajal y Eder Militao sufrieran lesiones de ligamento cruzado anterior que pusieron fin a su temporada, mientras que David Alaba ha tenido dificultades para jugar una serie de partidos desde que regresó de su propio problema de rodilla a largo plazo en enero.

Eduardo Camavinga, por su parte, terminará la temporada habiéndose perdido la mitad de los partidos de liga de Madrid debido a diversas lesiones, y Ferland Mendy no ha jugado desde mediados de marzo tras sufrir lesiones musculares consecutivas. Una serie de otros jugadores también se han perdido períodos cortos después de sufrir golpes menores, mientras que la suspensión de seis partidos de Antonio Rudiger por su colapso en la final de la Copa del Rey adelantó la planificada cirugía de menisco después de haber jugado con un dolor severo durante los últimos siete meses.

Bellingham se prepara para unirse a Rudiger en pasar por el quirófano este verano, ya que el centrocampista inglés busca librarse del problema en el hombro que lo ha estado molestando durante toda la temporada, y aunque ha podido seguir adelante para no exponer más al Madrid, está claro que la falta de calidad en el fondo ha vuelto a morderles. Los Blancos necesitaban invertir en otras áreas que no fueran solo el ataque el verano pasado, pero no lo hicieron, y la rapidez con la que están tratando de cerrar los acuerdos con Trent Alexander-Arnold y Dean Huijsen indica que están tratando de solucionar tarde el problema. La lástima para ellos es que, al menos para esta temporada, es demasiado poco, demasiado tarde.

Quizás la brecha que Madrid todavía necesita llenar más sea en el centro del campo. Aunque la decisión de Toni Kroos de retirarse a los 34 años sorprendió a muchos, el hecho de que lo anunciara antes de que terminara la temporada pasada al menos le dio a su club la oportunidad de evaluar y sopesar sus opciones. Al final, decidieron seguir con lo que tenían, y no ha funcionado.

La última campaña de Kroos fue quizás una de sus mejores. Su control y aplomo en el centro del campo aseguraron que Madrid siempre pudiera mantener el control de los partidos, independientemente del marcador. El alemán podía jugar pases cortos y largos con igual precisión mientras bajaba o aceleraba el ritmo cuando era necesario. Vinicius y Bellingham marcaron los goles y se llevaron los titulares, pero Kroos fue el jugador que hizo que el Madrid de 2023-24 realmente funcionara.

Reemplazar a un jugador único no es sencillo, por supuesto, pero el hecho de que Madrid aparentemente no haya hecho ningún esfuerzo por hacerlo ha resultado ser costoso. Cualquier sentido de control en sus partidos ha desaparecido, y hasta que puedan encontrar un reemplazo adecuado, pueden tener dificultades para competir al más alto nivel en el futuro.

Sin embargo, parece que el problema más urgente del Madrid este verano será arreglar una defensa que ha sido destrozada una y otra vez esta temporada. Huijsen y, en menor medida, Alexander-Arnold están siendo incorporados para ayudar a reforzar la línea defensiva de los Blancos, y un nuevo lateral izquierdo todavía está en la lista de deseos de Alonso.

Si algún gol resumió sus deficiencias defensivas como colectivo esta temporada fue el primer tanto de Martin Valjent para el Mallorca en el Bernabéu el miércoles. El central salió pesadamente desde la defensa, intercambió pases con un centrocampista y descubrió, para su asombro, que en 12 segundos había corrido prácticamente desde su propia área penal hasta el tercio final del Madrid. Valjent levantó la vista después de recibir el balón y se encontró no solo desmarcado, sino parado en medio de un espacio cavernoso sin presión sobre él. Su disparo al rincón inferior, para solo el noveno gol de su carrera, pareció casi reacio tras su incursión sin oposición hacia adelante.

Los problemas de lesiones sufridos por cada uno de los titulares de la defensa del Madrid pueden llevar parte de la culpa por las luchas del equipo, pero este es un problema de equipo y no uno que se solucionará solamente con caras nuevas en la retaguardia. Los oponentes han podido jugar tanto a través de ellos como alrededor del Madrid. No ha habido estructura, ni organización, ni presión. Las tres líneas han estado ya sea demasiado juntas o demasiado separadas. La falta de un mediocampista defensivo confiable, y la escasez de piernas en el medio campo en general, ha significado que los oponentes hayan tenido sistemáticamente espacio para correr hacia los centrales.

El Madrid fue destrozado por juggernauts de contraataque como el Barcelona y equipos de posesión más controlada como el Arsenal en los momentos más grandes. Simplemente han sido demasiado fáciles de jugar contra ellos en 2024-25.

Barcelona ha sido, por supuesto, muy, muy, muy bueno esta temporada. Muchos eran escépticos con el nuevo entrenador Hansi Flick tras su fallida etapa al mando de Alemania, mientras que un envejecido Robert Lewandowski, un centro del campo plagado de lesiones y constantes problemas financieros pintaban el cuadro de un equipo que aún necesitaba unos años para poscionarse nuevamente entre los mejores de Europa.

Sin embargo, esos pensamientos han envejecido como la leche. El Barcelona de Flick ha tenido algunos problemas iniciales, pero ha sido verdaderamente magnífico durante la mayor parte de la campaña. El exentrenador del Bayern de Múnich ha construido un equipo maravilloso en ataque, encabezado por Lamine Yamal y Raphinha corriendo desenfrenadamente por ambas bandas, mientras Lewandowski ha lucido rejuvenecido por el centro. Un Pedri finalmente en plena forma también ha sido una revelación, y aunque su línea defensiva alta tenga detractores, también permite que el Barça asfixie a sus rivales mientras presiona.

Sus resultados contra el Madrid han pintado un cuadro perfecto del dominio del Barcelona; cuatro juegos, cuatro victorias, 16 goles marcados. A las victorias en las finales de la Copa del Rey y la Supercopa se suman ahora con su consagración en La Liga, y dado que el joven equipo de Flick probablemente pueda seguir mejorando, el Madrid podría no tener 'la mejor plantilla de Europa' por mucho más tiempo.