Lo que está claro, sin embargo, es que incluso si el Barça logra que tanto Olmo como Víctor vuelvan al campo para el final de la campaña 2024-25, todo el lamentable asunto sólo ha empañado aún más la reputación del club y debilitado gravemente la posición de Laporta como presidente.
"Queremos expresar nuestra total indignación y vergüenza provocada por la gestión de Joan Laporta y la junta directiva por las altas de Dani Olmo y Pau Víctor, y exigimos su dimisión", afirmó la peña Som un Clam en un comunicado. "Lo que hemos vivido en las últimas horas de 2024 demuestra que el círculo vicioso en el que ha entrado el equipo rector del club ha explotado por completo. Antes de lo imaginable, una gestión amateur y errática está empezando a afectar el rendimiento deportivo del primer equipo, que podría verse privado de dos de sus fichajes".
Es un punto justo. El equipo de Hansi Flick comenzó a desmoronarse justo antes de las vacaciones de invierno, desperdiciando una enorme ventaja en La Liga en el proceso, y la posible indisponibilidad de Olmo y Víctor difícilmente ayudará a aliviar la tensión en un equipo ya sobrecargado.
Según Sport, Laporta no tiene intención de dimitir pero Font se encuentra entre las figuras cercanas al club que de forma muy descarada intentan hacer insostenible su puesto.
"No podemos aceptar cómo el presidente del Barcelona, Joan Laporta, ha manejado este tema", escribió en las redes sociales el candidato presidencial de 2021. "Exigimos a la junta y al presidente que expliquen sus acciones y las consecuencias en detalle, incluyendo:
"¿Por qué fichamos a un jugador tan caro si ya estábamos por encima de los límites del Fair Play y no teníamos un plan claro para solucionarlo? ¿Por qué emprendimos acciones legales si sabíamos que no funcionaría, como han demostrado las sentencias judiciales? ¿Qué está haciendo el club ahora para no perder a Olmo y Pau Víctor? ¿Cuál es la verdad sobre la venta de las localidades VIP del Camp Nou? ¿A qué inversores y en qué condiciones?
Es posible que Font esté motivado por el potencial de beneficio personal, pero todas estas son preguntas válidas que Laporta debe responder, y rápido. Afirmó apenas en febrero pasado que "el período más oscuro" en la historia del club casi había terminado y, sin embargo, el futuro parece tan sombrío como siempre, con el Barcelona arruinado y destrozado al comenzar un nuevo año.