Como todos sabemos, el fútbol ya no es un deporte. Es un negocio, y uno bastante implacable en eso. Esto se ilustra mejor en el mercado de fichajes, donde el dinero manda y la idea de un 'acuerdo de caballeros' es absolutamente risible. Por eso es tan ingenuo que los aficionados piensen que un '¡Here we go!' equivale a la confirmación de que se ha cerrado un trato.
En realidad, los clubes no pueden dar nada por sentado hasta que un jugador firma en la línea de puntos, dado que hay todo tipo de cosas que pueden salir mal en el último momento. Recuerda, incluso una máquina de fax defectuosa puede arruinar un movimiento propuesto.
Sin embargo, la mayor amenaza para la finalización de un fichaje es el interés de última hora de otra parte, como Tottenham ha descubierto una vez más para su considerable costo. Así que, con el traspaso de Eberechi Eze al Arsenal en mente, GOAL repasa los robos de mercado más dramáticos en la historia del fútbol:















