Palmer admitió estar algo sorprendido de ver a Trump unirse a la celebración del equipo. Dijo a los periodistas: "Para ser honesto, estaba bastante ruidoso. No podía escuchar mucho. Solo nos felicitó a mí y al equipo por levantar el trofeo y nos dijo que disfrutáramos el momento. Sabía que iba a estar aquí, pero no esperaba que estuviera en el estrado cuando levantáramos el trofeo. Estaba un poco confundido, sí". Su compañero Marc Cucurella también comentó sobre los curiosos acontecimientos:
"Nos habían dicho que, por regla, Donald Trump vendría a entregarnos el trofeo y que no podíamos levantarlo hasta que se fuera. Y claro, estábamos todos esperando que se marchara, pero él no quería irse, y encima nos miraba y decía 'Levántalo, me quedo aquí'. Me preguntaba quién le iba a decir algo, ya sabes… Estaba cagado de miedo".