Las desorbitadas demandas salariales de Vinicius Jr en el Real Madrid reveladas, ya que el astro brasileño exige ser el jugador mejor pagado del equipo por delante de Kylian Mbappé

Vinicius está frustrado con las suposiciones infundadas de que un acuerdo era inminente y ahora señala que el asunto ni siquiera está abierto a discusión en este momento. Cree que sus contribuciones merecen una cifra mucho más alta y ha afirmado que aceptar la propuesta de salario anual de 20 millones de euros no estaría en línea con su valor de mercado, según reveló el periodista Toño García durante un segmento en El Larguero.  

Fuentes cercanas a Vinicius dicen que busca ganar más de 25 millones de euros netos por temporada. Su postura no se basa en comparaciones internas con compañeros de equipo, especialmente con Kylian Mbappé, sino más bien en una reflexión sobre lo que cree que su estatus e impacto merecen. No busca un trato especial, solo desea ser compensado de manera justa por su rol como uno de los jugadores más importantes del club.   

En anticipación de una posible salida, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, ya está sentando las bases para un plan de contingencia. Según Cadena SER, Pérez ha puesto su mirada en la estrella del Manchester City, Erling Haaland, como el reemplazo ideal en caso de que Vinicius se marche. Sueña con una línea ofensiva formidable que incluya a Haaland junto a otro Galáctico, Mbappé. Si bien fichar al delantero noruego requeriría un desembolso masivo, la directiva del Madrid lo ve como un movimiento necesario si pierden a uno de sus jugadores más comerciales y efectivos.  

Parece poco probable que haya un avance en el contrato pronto. Según se informa, ambas partes han acordado pausar las negociaciones por completo hasta al menos 2026. Aunque hay optimismo en que la situación podría revisarse de manera más productiva en el futuro, sigue existiendo una brecha significativa entre la oferta del club y las expectativas de Vinicius. Por ahora, él sigue siendo una figura central en los planes de Madrid, pero con la tensión burbujeando bajo la superficie, la próxima temporada será decisiva.