Al regresar de la pausa, el Inter inicia sin Lautaro, Dumfries y Bastoni. Los dos primeros están lesionados, mientras que el tercero está suspendido. Inzaghi también decide descansar a Barella y prefiere a Frattesi en su lugar. En el ataque, Arnautovic gana la votación sobre Correa para jugar junto a Thuram. Por su parte, el Udinese no cuenta con Thauvin, por lo que Runjaic opta por Ekkelenkamp para apoyar al único delantero, Lucca.
Durante los primeros 20 minutos, el estadio permanece casi en silencio debido a la protesta de la Curva Nord, pero esto no afecta el rendimiento del Inter, que desde el inicio domina al Udinese. El gol de Arnautovic llega después de la tercera oportunidad clara en el primer cuarto de hora. La defensa del Udinese es demasiado pasiva en el centro de Dimarco, quien lo devuelve para que el austríaco, con un remate cruzado de izquierda, batiera a Okoye. El segundo gol es prácticamente idéntico: otra jugada colectiva que culmina en un centro de Dimarco, y Frattesi, completamente libre en el área, anota con un disparo ganador. Con menos de media hora jugada, el partido ya parece decidido.
En la segunda mitad, el Inter gestiona el juego con menos intensidad, quizá en exceso. Los cambios de Inzaghi, que introduce a Barella, Asllani y Correa, no logran tener el impacto esperado. El Udinese, por su parte, toma más protagonismo y recorta distancias con un extraordinario gol de Solet. El defensor realiza un impresionante coast to coast, partiendo desde su área y llegando al borde de la otra antes de lanzar un misil que perfora a Sommer. Tras este gol, da la impresión de que Solet, quien mostró un gran nivel, podría jugar pronto en un equipo de mayor categoría. Poco después, el Udinese estuvo a punto de empatar con un cabezazo de Lucca, pero Sommer intervino de manera espectacular para evitarlo. El portero repetiría la hazaña en el tiempo de descuento ante el incansable Solet.
Finalmente, el Inter consigue los tres puntos y se coloca momentáneamente a +6 del Napoli, pero el sufrimiento fue excesivo. Inzaghi, frustrado, incluso fue expulsado por protestar. Sin duda, tendrá mucho que decir en los vestuarios sobre un equipo que mostró dos caras y no puede permitirse bajones de tensión en este punto crucial de la temporada.




