El tiempo dirá si este resultado se convierte en un punto de inflexión crucial en la carrera por el Scudetto, pero lo que es seguro es que el Inter, tras imponerse 2-0 en el campo del Atalanta, ha sumado tres puntos vitales que podrían marcar la diferencia al final de la temporada.
Un éxito importante para los meneghini, conseguido al término de un partido en el que demostraron la solidez de los grandes equipos. El Atalanta no era solo un obstáculo, sino una de las principales candidatas al título, que esperaba un resultado que incluso podría haber tenido un valor histórico frente a los campeones de Italia.
Quienes anticipaban un duelo intenso no se vieron decepcionados. Ambos equipos lucharon de manera frontal, buscando la victoria. El Atalanta, fiel a su estilo, propuso un fútbol de muchos duelos individuales, mientras que el Inter no dudó en enfrentarse a ese reto, estando a punto de adelantarse en el minuto 7 con un remate de Thuram que se estrelló en el poste.
Hubo equilibrio, ocasiones para ambos equipos, y la sensación de que algo podría suceder en cualquier momento, hasta que, en el minuto 54, Carlos Augusto aprovechó un córner de Calhanoglu y, con un cabezazo, no dejó opciones a Carnesecchi.
Con el marcador en contra, el Atalanta intentó reaccionar, pero la situación se complicó aún más cuando Ederson fue expulsado en el minuto 82, dejando a su equipo con diez jugadores.
A partir de ahí, el Inter dominó por completo, y a tres minutos del final, Lautaro Martínez sentenció el partido con su gol, asegurando la victoria para los meneghini.
Gracias a este triunfo, el Inter mantiene el liderato en solitario y amplía su ventaja sobre el Napoli, ahora a tres puntos, y sobre el Atalanta, que se encuentra a seis puntos de distancia.
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