Una vez dijiste que muchos de tus amigos se convirtieron en delincuentes cuando eran jóvenes. Profesional o criminal: ¿puede resumirlo?
Rüdiger: En casa te educan, y a mí definitivamente me criaron bien. Pero cuando sales por la puerta, estás solo tú ahí afuera. A veces el lugar donde creciste hace que sea difícil decir 'no' a determinadas tentaciones y a determinadas cosas. No necesitamos engañar a nadie: todos necesitamos dinero. No es lo más importante, pero lo necesitamos. Y en ese momento realmente lo necesitábamos. Puedes perderte fácilmente. Gracias a Dios, mi salida fue el fútbol.
En el verano de 2007, al igual que su hermano, también se mudó al Dortmund, donde pasó de jugador ofensivo a defensa central. ¿Qué le pareció la posición al principio?
Rüdiger: El cambio fue realmente duro. Tampoco sé si este cambio se hizo teniendo en mente mi desarrollo óptimo. Cuando lo pienso hoy, por supuesto que fue perfecto.
En 2011, cuando tenía 18 años, pasó al equipo juvenil del Stuttgart. ¿Por qué?
Rüdiger: Me fui porque sólo quería jugar en la Bundesliga a corto o medio plazo. Eso lo vi más en Stuttgart que en Dortmund. El BVB ya era campeón en aquel momento, era difícil entrar siendo un jugador muy joven. Había mucho talento, no sólo Mario Götze. De la clase 1991, por ejemplo, estaban Daniel Ginczek, Marco Stiepermann, Marc Hornschuh, Lasse Sobiech, etc. Todos eran buenos jugadores, pero ninguno lo logró realmente. Sólo Mario Götze ha conseguido jugar en la Bundesliga en el Dortmund. Por eso quise buscar un camino diferente y elegí Stuttgart.
Uno de sus primeros entrenadores con los profesionales fue Huub Stevens, con quien aún hoy mantiene una buena relación: ¿Qué importancia tuvo Stevens al inicio de su carrera profesional?
Rüdiger: Huub Stevens era un tipo duro, pero fuera del campo era una muy buena persona. Él fue honesto, no mintió, pensé que eso era bueno, lo necesitaba.
A través de él conociste la escuela dura, especialmente esta mentalidad. En medio de la batalla por el descenso de la temporada 2013/2014, Stevens se refería al equipo del Stuttgart como "monos" en los entrenamientos, y en el siguiente partido el equipo celebró como una pandilla salvaje de monos después de marcar un gol. ¿Se planeó esta celebración como reacción a esa frase?
Rüdiger: Esto no fue planeado, surgió del momento. Simplemente aplaudimos y terminamos. En aquel entonces, las cosas fueron sacadas de contexto y simplemente lo hicimos en tono de broma (risas).